Vitaminas agotadas por el alcohol
Escrito por Stephen Christensen ; May 10, 2017Usado con moderación, el alcohol parece conferir algunos beneficios para la salud. La Asociación Estadounidense del Corazón informa que el consumo moderado de alcohol, 1 o 2 tragos al día, aumenta el colesterol HDL y reduce el riesgo de enfermedad coronaria. Sin embargo, los efectos adversos del consumo excesivo de alcohol están bien documentados. Entre los riesgos del abuso del alcohol hay diversas deficiencias nutricionales, incluyendo las de las vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales y proteínas.
Tiamina, niacina y piridoxina
Aunque el alcohol mismo está desprovisto de una nutrición útil, se procesa preferentemente en el hígado por enzimas dependientes de la vitamina que también son responsables del metabolismo de otros compuestos, como los carbohidratos y las proteínas. Según la nutricionista Elson Haas, las vitaminas B-1, B-3 y B-6, o tiamina, niacina y piridoxina, están directa o indirectamente involucradas en el metabolismo del alcohol, y son uno de los primeros alimentos que se merman por el consumo excesivo del alcohol.
La riboflavina y la B12
El hígado necesita glutatión y otros antioxidantes para desintoxicar el alcohol, y estos compuestos no se regeneran de manera eficiente en las personas que beben demasiado o con demasiada frecuencia. Un estudio de 2011 publicado en “Alcoholism, Clinical and Experimental Research” (El alcoholismo, investigación clínica y experimental) demostró que el alcohol causa agotamiento del glutatión, lo que disminuye la capacidad del hígado para metabolizar el alcohol. Dado que el glutatión también puede ser necesario para una óptima función de la vitamina B-12, el consumo excesivo de alcohol crea una deficiencia relativa de B-12. Por otra parte, un hígado dañado por el alcohol es menos capaz de almacenar la vitamina B-12. Por último, se necesita vitamina B-2, o riboflavina, para regenerar el glutatión, por lo que esta vitamina también se agota por el alcohol.
Ácido ascórbico y vitaminas liposolubles
Los problemas nutricionales asociados con el abuso del alcohol están directamente relacionados con la cantidad de alcohol consumido. El abuso crónico de alcohol suprime el apetito, lo que conduce a la falta de ingesta de alimentos ricos en nutrientes. La falta de alimentos saludables en la dieta reduce la disponibilidad de las vitaminas liposolubles, A, D, E y K, y de casi todas las vitaminas del complejo B, como la tiamina, niacina, ácido fólico, vitamina B-6, biotina y vitamina B-12. El ácido ascórbico o vitamina C, también suele agotarse.
Recomendaciones
El uso excesivo de alcohol está asociado con consecuencias adversas graves para la salud, incluyendo deficiencias de vitaminas que implican agotamiento de vitaminas del complejo B, ácido ascórbico y de las vitaminas solubles en grasa. La terapia de reemplazo de vitaminas, en particular la tiamina, que está implicada directamente en el metabolismo del alcohol y de los carbohidratos, es esencial para las personas que consumen excesivamente alcohol de manera crónica. Aunque los suplementos vitamínicos no son un sustituto de una dieta bien balanceada, la suplementación diaria con vitaminas B, ácido ascórbico y vitaminas liposolubles sirve para las personas que consumen varias bebidas alcohólicas al día. Los suplementos de vitaminas comercialmente disponibles son suficientes para la mayoría de los individuos.
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Referencias
- “Circulation”; Vino y tu corazón: un asesor científico para los profesionales del cuidado de la salud del comité de Nutrición, Consejo de Epidemiología y Prevención, y el Consejo de Enfermería Cardiovascular de la Asociación Estadounidense del Corazón; I.J. Goldberg, et al.; enero de 2001
- “Staying Healthy with Nutrition” (mantenerte saludable con la nutrición); Elson M. Haas, M.D.; 2006
- Alcoholism, Clinical and Experimental Research”; El etanol reduce el glutatión en el hígado y en el cerebro de las ratas e inhibe la metionina sintasa de manera dependiente de la cobalamina; M.I. Waly, et al.; febrero de 2011
Escrito por
Stephen Christensen started writing health-related articles in 1976 and his work has appeared in diverse publications including professional journals, “Birds and Blooms” magazine, poetry anthologies and children's books. He received his medical degree from the University of Utah School of Medicine and completed a three-year residency in family medicine at McKay-Dee Hospital Center in Ogden, Utah.