Tratar el acné con doxiciclina

La doxiciclina es un antibiótico a base de tetraciclina que está diseñado para inhibir el crecimiento de bacterias.

La doxiciclina tiene un amplio uso en el tratamiento de enfermedades bacterianas como la neumonía e infecciones del tracto respiratorio, así como para ciertas infecciones de la piel y ojos.

También se aplica en infecciones del sistema digestivo y el tracto urinario, así como o enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia y la gonorrea.

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Esto la ha convertido en una herramienta de primera atención sanitaria en los casos de personas que han sido víctimas de agresión sexual.

Su gama de acción incluye el tratamiento contra infecciones del sistema linfático y algunas enfermedades transmitidas por la picadura de insectos como las garrapatas, ácaros y piojos.

Además se usa contra ciertas infecciones que no pueden ser tratadas con penicilina debido a contraindicaciones especiales del paciente.

En países tropicales es usada también para el tratamiento de la malaria y en otros para el tratamiento y prevención de la enfermedad de Lyme en personas que han sido picadas por garrapatas posiblemente portadoras de esta enfermedad.

Sin embargo, en este caso nos interesa cómo el uso de la doxiciclina para tratar el acné y otras condicionales dermatológicas causadas por bacterias.

¿Cómo actúa la doxiciclina?

La doxiciclina actúa inhibiendo la síntesis de proteínas de los microbios y puede matar a las bacterias directamente.

Es un antibiótico con propiedades bacteriostáticas contra bacterias gram positivas como los estafilococos, estreptococos, neumococos, diptheriae y el ántrax.

También tienen propiedades bacteriostáticas contra las bacterias gram negativas como meningococos y gonococos.

El uso de la doxiciclina para tratar el acné se basa en su gran su capacidad para disminuir la población de la bacteria Propionibacterium acnes.

Una dosis de 20 miligramos cada 12 horas fue probada contra un placebo durante un curso de 6 meses en 40 personas con acné facial moderado.

Hubo una reducción del 52% en las lesiones inflamatorias causadas por la infección de Propionibacterium acnes en quienes recibieron el suministro de doxiciclina.

Se cree que la doxiciclina trabaja no sólo en la disminución de Propionibacterium acnes, sino también mediante en la regulación de mediadores de la inflamación e inhibiendo los derivados de la lipasa de esta bacteria, reduciendo los niveles de ácidos grasos-foliculares libres que causan el acné.

¿Cómo se administra la doxiciclina?

La doxiciclina se administra de manera diferente a otros medicamentos con tetraciclina.

Suele venderse con receta médica en forma de cápsulas, suspensión líquida para administración oral, cápsulas de liberación retardada, tabletas y tabletas de liberación retardada.

En particular, la dosis es de 200 miligramos el primer día, repitiendo la dosis con 100 miligramos cada y luego una dosificación de mantenimiento de 50 g cada 12 horas, con un mantenimiento de 100 mg al día (50 mg cada 12 horas).

En infecciones graves, puede aumentarse la dosis a 100 mg cada 12 horas.

El aumento de la dosis resulta en un aumento de la probabilidad y gravedad de los efectos secundarios, que incluyen como síntoma más común la irritación del esófago y úlceras estomacales.

Por esta razón, se requiere tomar bastante líquido durante el tratamiento, preferiblemente indicados por un médico por tener mayor acción protectora de las mucosas.

La duración del tratamiento varía en función de la enfermedad que se está tratando.

¿Cuanto tiempo se mantiene la doxiciclina en el cuerpo?

Después de la administración oral, la doxiciclina se absorbe en el cuerpo, se concentra en la bilis y luego es excretada a través de la orina y las heces en un lapso de tiempo no mayor a las 72 horas.

Después de la dosis, la doxiciclina mantiene un nivel medio de suero pico a 2,6 microgramos por mililitro a las 2 horas, con un descenso a 1,45 microgramos por mililitro en las primeras 24 horas.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la doxicilina?

Como muchos antibióticos potentes, este fármaco también tiene efectos secundarios que no deben ser ignorados si se presentan.

Estos incluyen náuseas y vómitos, pérdida del apetito, diarreas, inflamación de garganta o lengua y dolor en el área faríngea y estado de ansiedad.

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En otras personas se presenta picazón en el área genital o recto, así como posibles cambios en la coloración de la piel, uñas, ojos o boca.

ADVERTENCIA: Este artículo no debe considerarse como un equivalente de una consulta médica profesional. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda sobre este u otro tema relacionado con su salud.