Tiemblo después de hacer ejercicio

Guardar

Jupiterimages/Pixland/Getty Images

Los temblores o estremecimientos después de hacer ejercicio puede ser alarmante pero en muchos casos el problema se debe a algo simple, como la fatiga o la malnutrición. Tomar medidas antes y después de hacer ejercicio puede ayudarte a prevenir el temblor en muchos casos y a menudo es fácilmente tratable cuando ocurre. Si tiemblas consistentemente después de hacer ejercicio o incluso cuando no te ejercitas, consulta a un médico.

Fatiga muscular

Si te ejercitas cuando estás cansada y adolorida o si te esfuerzas demasiado durante el ejercicio, esto puede llevar fácilmente a la fatiga muscular seguida por temblores. Otra causa común es mantener tus músculos en una posición por demasiado tiempo, lo que también puede conducirte a la fatiga muscular. Tus músculos se mueven de forma eficiente debido a las diferentes unidades motoras (un grupo de músculos y un nervio motor en la columna), que funcionan juntas para crear contracciones suaves y parejas. Si estás cansada, algunas unidades motoras dejan de trabajar, lo que produce temblores, según lo explicado por la doctora Loren G. Martin, profesora de fisiología de la Universidad Estatal de Oklahoma. Una vez que descanses tus músculos de forma eficiente, los temblores deberían parar.

Nivel bajo de azúcar en la sangre

Hacer ejercicio sin nutrirse adecuadamente significa que tu cuerpo no tiene suficiente energía para funcionar y eso incluye a tus músculos. Si te saltaste una comida o no ingeriste el suficiente combustible para tus músculos, entonces tus niveles de glucosa o azúcar en la sangre, estarán demasiado bajos, una condición médica referida como hipoglicemia. Además de los músculos temblorosos, además podrías tener también otros síntomas, como irritabilidad, nerviosismo, mareos, confusión y debilidad. Comer un pequeño bocadillo que contenga carbohidratos o azúcar, como mantequilla de maní y galletas saladas o un vaso de jugo de naranja, puede ayudarte a calmar los temblores de la hipoglicemia.

Otras causas

La fatiga muscular y la hipoglicemia son probablemente las causas más comunes de los temblores después de hacer ejercicio, pero otros factores pueden contribuir o causar este problema. Consumir excesivas cantidades de alcohol, la abstinencia de alcohol, la cafeína o ciertos medicamentos pueden conducir a temblores y sacudidas al igual que el estrés y la ansiedad. En raras ocasiones, un trastorno médico subyacente que afecta los nervios, tal como la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson, es el culpable.

Prevención

Para prevenir la fatiga muscular, trabaja dentro de tus límites y evita esforzarte demasiado. Evita ejercitar tus músculos hasta el punto de la fatiga y el dolor. Haz cambios graduales en tu rutina evitando saltos súbitos de intensidad o duración. Calienta antes de ejercitarte y estira tus músculos después del calentamiento y después de hacer ejercicio. Come una comida completa por lo menos dos o cuatro horas antes de ejercitarte para evitar tener niveles bajos de azúcar en la sangre. Si te saltaste una comida, intenta comer un bocadillo pequeño por lo menos 30 minutos antes de comenzar una sesión de ejercicio. Evita consumir demasiado café u otros productos que contengan cafeína y asegúrate de descansar lo suficiente. Si tomar estas medidas preventivas no evita que el problema ocurra, consulta a tu médico para descartar cualquier trastorno médico subyacente. Habla con tu médico sobre cualquier medicamento que estés tomando para asegurar que los temblores no son un efecto secundario.