¿Qué significa cuando tu gato tiene las orejas frías?

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Image by Flickr.com, courtesy of Susan

Las orejas del gato son una de las partes más sensibles de su cuerpo. Los cambios en la temperatura de las mismas pueden ser completamente dañinos o ser un motivo de preocupación.

Temperatura de las orejas

Las orejas de un gato doméstico pueden estar más calientes o más frías que el resto de su cuerpo. Antes de llamar al veterinario, observa al animal.

¿Algo diferente?

Observa si presenta una conducta anormal. Si el gato no come, no juega o no se comporta como lo hace habitualmente, puede ser que le esté sucediendo algo. Otros síntomas incluyen moqueo nasal, ojos pegajosos, tos, estornudos o cambios en el uso de la bandeja higiénica.

Sí, hay cambios

Si hay cambios en la conducta como se describe anteriormente y a esto se le suma una modificación en la temperatura de la oreja, llevar al gato al veterinario o al menos llamarlo, es una buena idea.

Factores externos

Si, en cambio, el gato se comporta con total normalidad, el calor o el frío en las orejas puede deberse simplemente a cambios en la circulación sanguínea. El cambio puede deberse a que esté echado cerca de una estufa o de una persona, o a que duerma sobre una oreja. Pueden enfriarse al estar sentado cerca de una ventana por la que entra aire frío. Cualquiera de estos factores pueden generar cambios en la temperatura corporal, tal como sucede en los humanos. Las orejas del gato están más expuestas, por lo que manifestarán los cambios de temperatura antes que otras partes del cuerpo.

Balance final

A menos que manifieste otros síntomas, las orejas frías o calientes suelen deberse a un cambio normal de la temperatura corporal, y no una causa de preocupación.