¿Para qué se usa la Dexedrina?

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La Dexedrina ha estado disponible desde 1930. Originalmente se la prescribía para la pérdida de peso y la depresión, ahora se la receta primariamente para el trastorno del déficit de atención (ADD, por sus siglas en inglés), el déficit de la atención del desorden hiperactivo (ADHD, por sus siglas en inglés) y la narcolepsia. Es uno de los componentes del grupo de las anfetaminas, que son estimulantes del sistema nervioso central usadas para incrementar la capacidad de atención y disminuir la inquietud, aumentando la habilidad para concentrarse.

¿Cómo trabaja la dexedrina en el ADD y el ADHD

Parte del cerebro manda serotonina y dopamina, sus mensajeros químicos, a varias partes del cuerpo. Cuando el cerebro no funciona en su totalidad, los mensajes no salen de la forma adecuada y su actividad se ve aletargada. La Dexedrina puede activar parte de este órgano para que opere más eficientemente para que los pacientes exhiban un mejor control y enfoque de los impulsos además de aumentar su calma. Cuando se los trata con Dexedrina o Ritalin, otra anfetamina estimulante, del 60 al 70% de los chicos con ADD y ADHD exhiben mejorías.

¿Cómo trabaja la Dexedrina con la narcolepsia?

La narcolepsia causa un incontrolable deseo de dormir y/o un repentino lapso de sueño profundo. Esto es un peligro cuando se maneja y se operan equipos de cualquier clase, pero además causa vergüenza y es un problema durante las comidas. Los pacientes con este desorden son virtualmente imposibles de contratar para trabajar. El tratamiento con Dexedrina y otros estimulantes lleva cierto tiempo de experimentación, pero para los pacientes con narcolepsia generalmente es satisfactorio. Algunos pacientes deberán combinar Dexedrina con Adderal u otro estimulante. Dependiendo de los resultados y la tolerancia del paciente, las dosis deberían ser más frecuentes por la mañana y menos durante el resto del día. El tratamiento se considera un éxito si se obtiene un resultado tan simple como que el paciente pueda disfrutar de una comida, trabajar medio día, o manejar a y desde el trabajo sin quedarse dormido. La cantidad de Dexedrina que se debe recetar para que el efecto que produzca sea un aceptable estado de alerta varía de persona a persona.

Dexedrina y la pérdida de peso

Uno de sus efectos secundarios de la Dexedrina es la pérdida del apetito y de peso, por lo que antiguamente se la usaba como una pastilla para dietas. Debido a que se corre el riesgo de caer en un abuso de su consumo, esta droga ya no se receta para tratar la obesidad. Produce hábito, por lo que su efectividad disminuye y el que la usa comienza a aumentar la dosis, tratando de volver a los efectos originales. Como una forma de perder peso, se la reserva para los pacientes que no responden a ningún otro tratamiento, aunque su uso es estrictamente controlado.

La Dexedrina y la depresión

La Dexedrina y otras anfetaminas aumentan la energía y la claridad de pensamiento. Por eso son muy atractivas y efectivas en los pacientes con depresión. Sin embargo, solo se las usa para tratar pacientes con depresión que no han respondido a otros antidepresivos y/o a la psicoterapia. Se les puede dar a los pacientes con enfermedades terminales que estén demasiado enfermos como para tomar otra cosa. El peligro es que los buenos resultados duran muy poco y la droga es adictiva. Cuando su efecto se termina, o cuando el paciente se acostumbra a ella, la droga no hace su trabajo y se puede producir un "bajón". Los muchos síntomas de abstinencia incluyen una depresión severa, fatiga y la inhabilidad para pensar o desenvolverse bien.

La Dexedrina y el abuso

La Dexedrina tiene un alto valor en las calles y se la conoce como "speed" o "uppers". El efecto de lucidez, de atención enfocada, claridad de pensamiento y la alta energía que produce hacen que esta droga sea extremadamente deseada. Como es controlada, es un delito serio tomarla sin una prescripción, dársela a otra persona o venderla ilegalmente. Se la compara a la cocaína por su potencial adictivo. También atrofia el crecimiento de la gente joven y aumenta el ritmo cardíaco y de la presión de la sangre, además de generar otros riesgos para la salud en los adultos.