Niveles de triglicéridos altos y la harina de avena

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Jupiterimages/liquidlibrary/Getty Images

Tener un alto nivel de triglicéridos aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. La reducción de los niveles de triglicéridos requiere cambios de estilo de vida, como hacer ejercicio con regularidad, perder el exceso de peso, dejar de fumar, llevar una dieta baja en grasas y controlar el estrés. Incluir la harina de avena en la dieta también puede ayudar a controlar los niveles de triglicéridos. Sin embargo, un plan de alimentación saludable debe ser combinado con la atención médica adecuada, que es supervisada por un médico para evitar complicaciones.

Identificación

Los triglicéridos son un tipo de grasa que circula en el torrente sanguíneo. Ellos son producidos por el cuerpo y se encuentran en muchos alimentos. Las calorías consumidas provenientes de cualquier tipo de alimento que no se utilizan inmediatamente para la energía se convierten en triglicéridos y se almacenan en el cuerpo, de acuerdo con la American Heart Association. Cuando el cuerpo necesita grasa como combustible, los triglicéridos son liberados en el torrente sanguíneo. Cuando grandes cantidades de triglicéridos se almacenan en el cuerpo, se puede producir una condición llamada hipertrigliceridemia, lo que puede contribuir a la enfermedad cardíaca. Si bien algunos casos de hipertrigliceridemia se deben a la genética o condiciones médicas, la mayoría de los casos son el resultado de una dieta poco saludable con demasiadas calorías.

Consideraciones

Si los niveles de triglicéridos no son excesivamente altos y no existen otros factores de riesgo para enfermedades del corazón, hacer un estilo de vida saludable puede ser el único tratamiento necesario para los niveles de triglicéridos, informa la Cleveland Clinic. El objetivo es limitar el consumo de alcohol, panes altamente refinados, cereales, arroz, pasta y galletas, así como los alimentos ricos en azúcar, como caramelos, refrescos y helados, debido a que el cuerpo convierte rápidamente estos alimentos en azúcar en sangre. Cuando los niveles de azúcar en la sangre suben, el cuerpo libera insulina para reducirlos. A medida que los niveles de insulina aumentan, el cuerpo recibe señales para liberar los triglicéridos.

Beneficios

Para controlar los niveles de triglicéridos, la dieta debe incluir alimentos integrales, como avena, que no se blanquean o están enriquecidos y que contienen 5 gramos o más de fibra dietética por porción. Todos los granos, alimentos integrales ricos en fibra, tardan más tiempo para digerirse, por eso no aumentan los niveles de azúcar en la sangre tan rápidamente. Esto significa que el cuerpo no puede liberar la mayor cantidad de insulina o de triglicéridos en el torrente sanguíneo, de acuerdo con la Cleveland Clinic. Algunos pacientes encuentran que a los pocos meses de cambiar su dieta, los niveles de triglicéridos bajan.

Solución

Para ayudar a reducir el riesgo de enfermedades del corazón en general, se recomienda consumir de 5 a 10 gramos o más de fibra soluble al día. Dado que muchas frutas también contienen fibra soluble, la mezcla de un plátano, manzana o ciruela en un plato de avena pueden aumentar el contenido de fibra soluble de 6 a 10 g por tamaño de la porción. Añadiendo unos 1,5 oz o un puñado de almendras, avellanas, cacahuetes, nueces o piñones también puedes elevar el número de fibras. Sin embargo, asegúrate de comer solo los frutos secos sin sal.

Prevención

Comer avena por sí sola puede no ser suficiente para reducir los niveles de triglicéridos y es por eso que se deben hacer otros cambios de estilo de vida también. Además, dado que pueden existir niveles altos de triglicéridos sin causar ningún síntoma, comprobar los niveles a menudo es la única manera de saber si el plan de tratamiento que estás haciendo está funcionando. Un médico puede recomendar con qué frecuencia debes hacerte un examen de sangre para verificar los niveles de triglicéridos en base a la salud personal. Esto puede ayudarte a formular un plan general para reducir el riesgo de enfermedad.