Natación y dolor de garganta

Considera tus síntomas antes de ir a una piscina.
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Es tentador lanzarse a la piscina cuando tu único síntoma de enfermedad es el dolor de garganta. Un dolor de garganta no siempre afecta tu rendimiento y por lo tanto tampoco tu capacidad de disfrutar de un baño en la piscina. Sin embargo, sólo porque tu garganta no parezca afectarte mucho, podrías afectar a otras personas. No sólo en la natación, mientras los gérmenes y bacterias se propagan, sino que también puedes hacer que tu dolor de garganta empeore con la sensibilidad a los productos químicos utilizados en la piscina.

Fiebre y resfriado

La regla general cuando estás enfermo es que si los síntomas están por encima del cuello, puedes continuar, aunque a un ritmo menor. Eso significa que un dolor de garganta, secreción nasal o tos estarán bien. Debajo del cuello, los síntomas tales como náuseas, calambres estomacales y la congestión del pecho, requieren reposo. Sin embargo, tus síntomas en su conjunto son una mejor indicación de si debes nadar. La congestión o secreción nasal no presentan problemas, pero un dolor de garganta con dolor y fiebre alta es contagioso y puede requerir atención médica.

Reacción al cloro

Cuando el dolor de garganta no es el resultado de un resfriado u otra enfermedad y ocurre durante o después de tu baño, podrías tener una reacción alérgica al cloro. Esta alergia y el asma con una condición en la cual la concentración de productos químicos para piscinas desencadena la alergia y los síntomas del asma, incluyendo sibilancia, respiración dificultosa, estornudos y dolor de garganta. El asma y las alergias activado por el cloro son más comunes en las personas que ya han sido diagnosticadas con asma.

Enfermedad de agua recreacional

Al nadar en piscinas públicas y en aguas recreativas, se corre el riesgo de contraer ciertas enfermedades transmitidas por el agua o enfermedades de aguas recreativas (RWI, por sus sigas en inglés). Un tipo de RWI está específicamente limitada al agua dulce natural y fuentes de agua salada donde las algas azules y verdes están presentes. A veces llamadas cianobacterias, el contacto con algas provoca náuseas, diarrea, dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza, calambres y dolor en las articulaciones.

Precauciones sobre nadar

Cuando estás enfermo con dolor de garganta, especialmente con fiebre o adolorido, siempre es mejor quedarse en casa para evitar la contaminación del agua y la difusión de bacterias. Si el dolor de garganta se produce durante o después de nadar, lo más probable es que el agua cause el dolor. Si eres alérgico o asmático, nadar en zonas bien ventiladas o en piscinas al aire libre ayuda a dispersar sustancias químicas para evitar reacciones. Si el dolor de garganta es el resultado de la natación al aire libre, en aguas sin mantenimiento, consulta a tu médico para que te examine y evita nadar en cuerpos de agua cercanos o que contengan algas.

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