Cómo lavar frambuesas

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Siri Stafford/Photodisc/Getty Images

Las frambuesas son frágiles en extremo y susceptibles al desperdicio; sin embargo, puedes extender su vida útil de manera natural mediante las técnicas adecuadas de lavado y almacenamiento. Debido a que las frambuesas se rompen con facilidad, son particularmente vulnerables a los hongos y microbios que atacan la superficie de la fruta dañada con naturalidad. Minimiza el crecimiento de microbios al lavar las frambuesas con suavidad en vinagre diluido y luego almacenarlas sin un exceso de humedad. Mediante este método, podrás disfrutar frambuesas limpias y frescas por varios días, luego de llevarlas a casa.

Prepara un baño de vinagre diluido al combinar tres partes de agua y una parte de vinagre blanco en un recipiente grande.

Con las manos limpias, coloca las frambuesas con suavidad en el baño de vinagre. Frota las bayas entre las puntas de los dedos para eliminar cualquier suciedad.

Con cuidado, quita las frambuesas del baño de vinagre y colócalas en un colador. Enjuaga las bayas con agua fría con el fin de remover el sabor a vinagre.

Cubre un escurridor de ensaladas con algunas capas de toallas de papel. Las toallas proporcionarán una superficie mullida para que las frambuesas no se golpeen ni se rompan.

Coloca las frambuesas en el escurridor de ensaladas y centrifuga por 10 segundos.

Refrigera las frambuesas en una sola capa en un contenedor limpio cubierto por toallas de papel nuevas. Mantén el contenedor sin sellar para permitir que la humedad y los gases se liberen a medida que las bayas los desprendan.