Las causas de sentir náuseas y debilidad después de hacer ejercicio

Escrito por Christy Callahan ; July 18, 2017
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Los síntomas de las náuseas después de hacer ejercicio pueden provenir de una variedad de causas. La náusea puede ser influenciada por la dieta, la deshidratación o sobrehidratación, y por hacer ejercicio más allá de la capacidad de resistencia. Si cada una de estas posibles causas se atiende y las náuseas persisten, consulta con tu médico. Condiciones como la diabetes o enfermedades del corazón pueden aumentar las posibilidades de estos síntomas después del ejercicio.

La alimentación y el ejercicio

Hacer ejercicio con alimentos no digeridos en el tracto gastrointestinal puede causar problemas digestivos. Del mismo modo, el ejercicio con el estómago vacío también puede conducir a la sensación de náuseas. En abril de 2001 un estudio publicado en Appetite examinó los efectos del ejercicio de alta y de baja intensidad en personas que se sometieron a diferentes patrones de alimentación. Cada participante hacía ejercicios con el estómago vacío inmediatamente después de comer una hamburguesa de carne vacuna y 60 minutos después de comer. A modo de comparación, el sistema digestivo también se estudió después de comer sin hacer ejercicio. Los resultados encontraron que las puntuaciones para las náuseas fueron más altas durante el ejercicio con el estómago vacío e inmediatamente después de comer. La náusea fue más alta si se participaba en ejercicios de alta intensidad directamente después de una comida. Los investigadores concluyeron que el ejercicio puede causar náuseas, y que su gravedad está determinado por los patrones de alimentación.

Hidratación

La falta y el exceso de hidratación pueden aumentar las probabilidades de sentir náuseas durante o después del ejercicio. El cuerpo produce sudor durante el ejercicio para ayudar a enfriar tu temperatura central. Los electrolitos tales como sodio y potasio son excretados, junto con los fluidos. El agotamiento de los niveles de líquidos y electrolitos durante el ejercicio puede conducir a la náusea. El "European Journal of Applied Physiology" publicó un estudio en diciembre de 2000 que encontró que la deshidratación retrasaba el vaciado intestinal y del estómago. Este retardo inducía a los síntomas de las náuseas. La sobrehidratación también puede causar un malestar en el estómago. Beber demasiada agua llena el estómago, dando lugar a una sensación de hinchazón.

La hipoglucemia

La hipoglucemia o baja azúcar en la sangre puede conducir a síntomas de náuseas, mareos, dolor de cabeza y pérdida de la función. El azúcar es utilizado por el cuerpo para darle energía a los músculos durante el ejercicio. El ejercicio intenso o durante períodos prolongados de tiempo puede utilizar las reservas de glucosa del cuerpo, dando lugar a la hipoglucemia. Los temblores, la visión borrosa, la fatiga y el pensamiento no claro durante la actividad pueden indicar esta condición. El consumo de hidratos de carbono simples y proteínas rápidamente regula el azúcar en la sangre y, a menudo, alivia los síntomas. Para las personas con diabetes, discute tu salud con un médico antes de hacer ejercicio.

Esfuerzo excesivo

Empujar el cuerpo más allá de su resistencia también puede provocar náuseas, de acuerdo con el Consejo Nacional de Seguridad. El esfuerzo excesivo puede ocurrir al levantar objetos pesados​​, realizar ejercicios aeróbicos o caminar en las escaleras, si el cuerpo no está acostumbrado a la actividad, sobre todo después de una enfermedad o cirugía. Vuelve lentamente después de un largo descanso después de un ejercicio vigoroso, trabajando a baja intensidad durante períodos cortos. Cuando la fuerza y ​​la resistencia vuelvan, mayores niveles de ejercicio se pueden mantener sin fatiga ni náuseas.

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