Habilidades de los jugadores de fútbol

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Para jugar al fútbol se requieren varias habilidades físicas, mentales y emocionales. Algunas de estas capacidades las poseen naturalmente algunos jugadores, pero otros deben desarrollarlas. Lo que resulta natural para un jugador, quizás no lo sea para otro, pero para ser competitivo, se necesita cierto nivel de dominio del juego y sus muchas facetas. Ya sean naturalmente hábiles o no, todos los jugadores deben afinar sus habilidades para ser competitivos en el fútbol.

Habilidades físicas

Entra las habilidades físicas que deben ser aprendidas y dominadas para jugar al fútbol de forma competitiva se encuentran la resistencia, la velocidad, la fortaleza, la capacidad de reacción, la habilidad y la coordinación. El fútbol requiere correr mucho, así que habilidades como la resistencia, la velocidad y la fortaleza pueden desarrollarse mediante entrenamientos cardiovasculares, con pesas y corriendo constantes. La reacción y la coordinación son habilidades que suelen ser natas, pero también pueden mejorarse con la práctica extensiva y repetitiva. También existe una variedad de habilidades físicas relacionadas con el juego que deben ser aprendidas y desarrolladas, como driblar, patear, pasar y cabecear.

Habilidades mentales

El fútbol requiere habilidades mentales que permitan a los jugadores entender las reglas, formaciones, responsabilidades de cada posición y objetivos del juego. Los jugadores deben ejercitar sus habilidades mentales para tener un registro de la información vital del juego, como el marcador y el tiempo restante. Al aprender las reglas del fútbol, los jugadores se equipan con el conocimiento para jugar dentro de las reglas. Algunas habilidades más amplias, como la de entender las posiciones en una liga o un torno o las posibilidades de entrar a la postemporada, mejorarán la capacidad del jugador para participar en todo lo que el juego puede ofrecer.

Habilidades emocionales

El fútbol requiere habilidades emocionales que ayudan a los jugadores a lidiar con muchas situaciones, incluyendo la derrota, los conflictos, el honor en el juego y la camaradería. Jugar al fútbol, o cualquier otro deporte, produce situaciones estresantes que afectan la forma en la que los jugadores se desempeñan durante un juego e interactúan con compañeros, entrenadores y oponentes. Las habilidades emocionales y la madurez son influenciadas por diversos factores, como la edad, la situación familiar, la educación y la cultura.

Habilidades específicas del juego

Existen habilidades específicas relacionadas con el juego que los futbolistas deben desarrollar para jugar de forma efectivo. El fútbol prohíbe a todos los jugadores, con excepción del portero, el toca la pelota mientras ésta esté en juego. Las piernas, los pies, la cabeza y el torso son las principales partes con las que el jugador entra en contacto con la pelota. Las habilidades específicas que usan estas partes incluyen el driblar, el cabecear, el pasar el balón y el disparar. Al desarrollar la habilidad de driblar, los jugadores usan todas las partes del pie para pasar, cambiar de dirección y patear la pelota. Las habilidades físicas entran en juego, pues los jugadores usan su percepción espacial, su visión periférica, su velocidad y su agilidad para jugar de forma efectiva.