Cómo deshidratar duraznos

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Paul Katz/Photodisc/Getty Images

Deshidratar tú misma los duraznos (peaches) te permite disfrutar de este bocadillo versátil sin el agregado de ingredientes químicos que se encuentran en muchas frutas secas comerciales. Sin conservantes, los duraznos secos se conservan en tu despensa por un año o más en un lugar fresco y seco. Come la fruta seca o reconstitúyela para usarla en tartas, pasteles de fruta y otros platos con duraznos. Espera que tus duraznos secos sean más oscuros que los secados comercialmente pero no te preocupes, ya que tienen el mismo sabor y nutrición.

Mezcla una solución de 1 parte de jugo de limón por 8 partes de agua en un bol para usar como solución para mojar.

Pela los duraznos finamente, quitando la menor cantidad de pulpa posible. Desliza el cuchillo por el durazno de arriba a abajo, abriéndolo a la mitad y retira el carozo.

Corta el cuchillo en los trozos deseados, de hasta 1/2 pulgada de espesor o más. Puedes secar duraznos en mitades o en rodajas finas, dependiendo del uso que quieras darles. Coloca las rodajas en el agua con jugo de limón. Deja los duraznos en el agua por 3 a 5 minutos.

Escurre las rodajas y colócalas en una capa en las bandejas del deshidratador. Apila las bandejas según las instrucciones del fabricante.

Seca los duraznos a 135 grados Fahrenheit o en la posición media del deshidratador. Si tu deshidratador no tienen una posición media, usa la baja. La fruta está lista cuando está seca pero aún maleable. Los duraznos tardan de 8 a 16 horas en secarse, dependiendo del tamaño de los trozos, la temperatura del deshidratador y la humedad del aire.

Guarda los duraznos secos en un frasco o bolsa plástica transparente cerrados. Contrólalos después de 24 horas. Si aparece condensación en el recipiente, llévalos de nuevo al deshidratador por algunas horas para dar más tiempo de secado.