¿Cuál es la temperatura normal para un adulto?

La temperatura es un signo vital, que manifiesta que las funciones corporales están siendo llevadas a cabo como deberían, o que por el contrario hay algún problema, este es uno de los motivos por los que se debe conocer cuál es la temperatura normal de un adulto, pero además hace falta comprender exactamente, qué ocurre cuando esta varía, pues no en todos los casos se debe a una enfermedad.

Existen dos clases de temperatura corporal: la superficial y la interna. La temperatura superficial corresponde a la piel, al tejido subcutáneo y es diferente en las distintas regiones corporales, pues se eleva o disminuye en respuesta al ambiente, esto explica por qué la piel cubierta con ropa suele estar más cálida.

Esta temperatura externa del cuerpo cambia constantemente debido a los factores externos y ambientales tales como temperatura, viento, lluvia, humedad, así que no puede considerarse un indicativo del estado de salud de una persona, sino una forma de adaptación de su cuerpo al medio que le rodea.

Por otro lado, la temperatura interna es la que guardan los tejidos internos y profundos del cuerpo y al no estar expuesta permanece relativamente constante, viéndose alterada significativamente solo cuando ocurre un ataque en los tejidos o en algún sistema del cuerpo, produciendo lo que normalmente se denomina fiebre.

Cuando la temperatura corporal interna se ve alterada puede ser una alerta del cuerpo al combatir infecciones, virus o atravesar un proceso inflamatorio donde normalmente se manifiesta dolor en la persona afectada.

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¿Cuál es la temperatura normal de un adulto?

En las personas adultas sanas, con edades comprendidas entre 18 y 40 años de edad, la temperatura bucal media es de 36.8 ± 0.4°C, es decir, aproximadamente 97.8 °F, con niveles mínimos a las 6:00 a.m. y máximos entre las 4:00 y 6:00 p.m. En el ámbito de la medicina se considera que la temperatura bucal máxima normal es de 37.2°C a las 6:00 a.m. y de 37.7°C a las 4:00 p.m.

La temperatura rectal por su parte, suele ser 0.4°C mayor que la bucal. La explicación de este hecho se debe al proceso de la respiración, así que puede registrarse una temperatura inferior en personas con infecciones respiratorias o que respiran rápido.

También está la temperatura esofágica que refleja con mayor exactitud la temperatura interna del cuerpo, y en última instancia la temperatura timpánica que mide la energía calórica radiante de la membrana timpánica y del conducto auditivo. Estas dos últimas mediciones de temperatura son menos frecuentes.

¿Cómo se mide la temperatura corporal?

La temperatura corporal de una persona puede medirse de cualquiera de las siguientes maneras, es importante aclarar que para caso existe termómetro diferente como instrumento de medida:

En la boca: Es el método más común, y se utiliza un termómetro de vidrio con mercurio en su interior o un termómetro digital que utiliza una sonda electrónica para su funcionamiento.

En el recto: Esta temperatura también suele tomarse con un termómetro de vidrio o digital, y es más frecuente en consultas médicas.

En las axilas: Se puede tomar la temperatura debajo del brazo de una persona enferma, de igual manera se utiliza un termómetro de vidrio o digital. En esta zona la temperatura suele ser entre 0,3 y 0.4 °C más baja que por vía oral.

En el oído: Para esta medida no se utiliza un termómetro clásico, sino uno especial capaz de medir rápidamente la temperatura del tímpano, que puede reflejar la temperatura central del cuerpo, es decir, de los órganos internos.

En la piel: Aunque no es el método más confiable, se utiliza un termómetro especial que puede medir rápidamente la temperatura de la piel de la frente de una persona.

La temperatura durante una enfermedad

La temperatura corporal normal en adultos es de 36.8 °C, sin embargo, durante una enfermedad febril esta se encontrará en niveles más altos. En el ámbito de la medicina se considera como fiebre una temperatura matutina >37.2°C y una temperatura vespertina >37.7°C, de hecho, según la Academia Estadounidense de Médicos de Familia, se entiende como fiebre cuando la temperatura corporal se eleva por sobre un grado de la temperatura normal.

Pero la temperatura corporal en una persona enferma no solo puede aumentar, también puede descender en valores anormales considerados hipotermia, es decir, cuando es inferior a los 35°C. Esta condición también puede darse por motivos externos, como es el caso de estar expuesto un tiempo prologando al frío.

Un aspecto a tener en cuenta es que la temperatura corporal normal en adultos varía diariamente 0.5°C, es decir, se encuentra 0.5°C por encima o por debajo del valor normal, pero en algunas personas en fase de recuperación de una enfermedad febril, esta variación diaria puede llegar a ser de incluso 1.0°C y no se considera fiebre.

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¿Cómo se mantiene la temperatura normal de un adulto?

El control de la temperatura corporal es una función del hipotálamo que recibe dos tipos de señales: una procedente de los receptores de calor y frío que llega a través del sistema nervioso periférico y otra de la temperatura de la sangre que baña la región. Estas dos señales se integran en el centro termorregulador del hipotálamo para mantener la temperatura normal.

En un ambiente neutro, el metabolismo humano produce siempre más calor del necesario para mantener la temperatura corporal central entre 36.5 y 37.5°C, pero el centro termorregulador hipotalámico equilibra el exceso de producción de calor derivado de la actividad metabólica en los músculos y el hígado con la pérdida de calor producida a partir de la piel y los pulmones.

Las variaciones diarias de la temperatura se fijan en cada individuo al comienzo de la niñez y se mantienen a lo largo de la vida adulta hasta que en la vejez se interrumpida, pues algunos ancianos tienen una menor capacidad de presentar fiebre, y muestran sólo un incremento mínimo de temperatura, incluso en infecciones graves.

La temperatura corporal normal en adultos es uno de los muchos indicativos que pueden usarse para conocer las condiciones instantáneas de salud de una persona, así que no debe pasarse por alto cuando se sospeche de alguna enfermedad.

ADVERTENCIA: Este artículo no debe considerarse como un equivalente de una consulta médica profesional. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda sobre este u otro tema relacionado con su salud.