¿Cuál es la función de la epiglotis?

A través de nuestra garganta ocurren dos procesos vitales para nosotros: la respiración y la ingesta de alimentos, y aunque ocurren por canales cercanos en nuestro cuerpo, en realidad están separados uno del otro y están disponibles dependiendo de la actividad que estés realizando, es decir, si estás comiendo o respirando. En todo este proceso está involucrada la epiglotis.

Función de la epiglotis

La función de la epiglotis es moverse sobre la laringe o la caja de voz que guarda la entrada de las vías aéreas durante la deglución, es decir, mientras la persona traga. La epiglotis es básicamente una solapa de tejido cartilaginoso, de apariencia rígida pero en realidad es muy flexible, que evita que la comida entre en la tráquea y pase a las vías por las que el aire llega hacia los pulmones.

Este tejido se encuentra en la garganta, detrás de la lengua y al frente de la laringe. Por lo generalmente ésta permanece derecha en reposo permitiendo el paso del aire hacia la laringe y posteriormente a los pulmones.

Cuando una persona traga, la epiglotis se dobla hacia atrás rápidamente para cubrir la entrada de la laringe y desviar los alimentos sólidos y líquidos, después de tragar la epiglotis retorna a su posición original. Este es un proceso totalmente involuntario, en otras palabras, la función de la epiglotis se lleva a cabo sin nuestra intervención.

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Inflamación en la epiglotis

La inflamación de este tejido se conoce como epiglotitis, que es una enfermedad potencialmente peligrosa debido a que está directamente relacionada con el proceso de la respiración, y por este mismo motivo, es una afección que debe tratarse rápidamente. La epiglotitis es la inflamación de la epiglotis, con lo cual se obstruye la tráquea.

Diversas factores pueden producir en el cuerpo una epiglotitis entre esos, la acción de las bacterias Haemophilus influenzae (H. influenzae). De igual manera, puede ser ocasionada por otras bacterias como Streptococcus Pneumoniae, que es responsable del neumococo, o por virus que ocasionen infecciones en la parte alta de las vías respiratorias.

La epiglotitis no es muy frecuente en adultos así que muchas veces no se diagnostica con rapidez en esta clase de pacientes. Por otro lado, en niños es más común, sobre todo en edades preescolares (entre los 2 y los 6 años de edad).

Afortunadamente, la epiglotitis ha disminuido enormemente en ambos casos desde que se implementó la vacuna contra el Haemophilus influenzae tipo B como una de las vacunas rutinarias en la infancia.

Además del efecto de esta bacteria, la inflamación de la epiglotis puede deberse a la ingesta de una sustancia química corrosiva o de líquidos muy calientes, incluso podría inflamarse por algún daño externo al cuello.

Síntomas que indican una epiglotitis

Cuando la epiglotitis es ocasionada por un virus o bacteria los primeros síntomas en notarse son fiebre alta debido a que el sistema inmunológico intenta combatir el patógeno e irritación de la garganta. De igual manera, la persona puede experimentar escalofríos y temblores. Conforme la epiglotis se inflama aparecen otros síntomas como:

•       Cambios en la voz, ésta se hace ronca
  
•       Ruidos respiratorios anormales
  
•       Coloración azulada de la piel, que médicamente se conoce como cianosis
  
•       Babeo. Debido a la obstrucción se hace difícil tragar saliva.
  
•       Dificultad respiratoria
  
•       Dificultad para deglutir, es decir, ingerir alimentos
  

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¿Qué hacer ante la inflamación de la epiglotis?

Se considera que la epiglotitis es una emergencia médica, por ende, debe ser tratada con la mayor prontitud posible. Si alguien presenta problemas para respirar y para tragar se debe acudir al centro médico más cercano, o en caso de estar muy lejos de un hospital llamar a un número local de emergencia para que el afectado pueda recibir primeros auxilios antes de llegar a un centro médico.

La persona con epiglotitis debe mantenerse quieta y preferiblemente en posición vertical, ya que así le resultará más fácil respirar. No se debe ingerir ningún tipo de sólido o líquido, pues la función de la epiglotis no se está llevando a cabo, así que la persona no podría tragar. Tampoco se recomienda intentar tocar la parte afectada pues se podría empeorar la situación.

Una enfermedad como esta puede resultar complicada, sobre todo en niños pequeños que no pueden explicar con palabras precisas qué está ocurriendo y los síntomas que experimentan, por ejemplo, dolor de garganta. Es por esto que se debe prestar suficiente atención cuando manifiesten incomodidad para tragar o hablar.

En caso de atragantarse con un alimento, es necesario que un tercero le realice la maniobra de Heimlich para que pueda expulsarlo.

ADVERTENCIA: Este artículo no debe considerarse como un equivalente de una consulta médica profesional. Consulte a su médico de confianza ante cualquier duda sobre este u otro tema relacionado con su salud.