Cómo volver a los deportes después de una cirugía del LCA

Escrito por David Thyberg ; July 18, 2017
Hemera Technologies/AbleStock.com/Getty Images

Las rupturas del LCA es una lesión deportiva común donde se daña el ligamento cruzado anterior de la rodilla luego de su sobre-extensión. En la mayoría de los casos, éstas se dan cuando un atleta gira o tuerce la rodilla. Las lesiones también pueden ser resultado de colisiones o de aterrizar torpemente después de saltar. El ligamento normalmente permanece suelto después de la ruptura, que a menudo requiere cirugía para reparar el daño. Es difícil volver al deporte después de una lesión del LCA. Para la mayoría de los atletas, es necesario un programa de rehabilitación de tres fases post-quirúrgico.

Fase 1

Inicia la fase 1 un día o un poco más tarde después de la cirugía. Esta fase tendrá una duración de aproximadamente ocho semanas. Controla el dolor y la hinchazón tomando ibuprofeno y coloca hielo a la rodilla cada tres horas todos los días.

Trabaja con un terapeuta físico y por tu cuenta después de que la inflamación inicial haya disminuido para recuperar algo de la amplitud de movimiento. Es importante que tu LCA se acostumbre a los movimientos suaves a medida que comiences a recuperarte.

Siéntate en el borde de un banco con los pies plantados en el suelo y las rodillas dobladas. Lentamente levanta la pierna lesionada, usando los músculos de la rodilla para enderezar la pierna. Mantén la posición de estiramiento durante tres segundos antes de bajar cuidadosamente la pierna. Realiza 20 repeticiones de este ejercicio para empezar y poco a poco aumenta el número así que notes que el rango de movimiento mejora.

Fase 2

Continúa la rehabilitación con la fase 2. Esta fase suele durar alrededor de tres meses después de la cirugía. Vas a realizar ejercicios de fortalecimiento, bajo la supervisión de un terapeuta físico y por tu cuenta.

Usa una banda elástica para fortalecer el LCA. Ata un extremo de la banda a la base de tu banco de entrenamiento. Haz un lazo en el otro extremo y envuélvelo alrededor del pie sobre la pierna lesionada. Siéntate en la misma posición que tomaste para la serie de ejercicios de movimiento.

Levanta la pierna lentamente, enderézala y mantén la posición elevada durante tres segundos antes de bajarla. Realiza 20 repeticiones para comenzar y aumenta la intensidad cuando tú y tu terapeuta lo consideren oportuno. Este es el mismo ejercicio que utilizaste para la amplitud de movimiento, pero ahora se está trabajando en el fortalecimiento del ligamento mediante el uso de la resistencia de la banda elástica terapéutica.

Pasa a un simulacro de equilibrio y estabilidad una vez que te sientas cómodo. Párate sobre tu pierna lesionada, doblando la otra pierna a nivel de la rodilla y extendiendo tus manos a los lados para mantener el equilibrio. Poco a poco agáchate, dobla la rodilla hasta que estés casi en una posición sentada. Mantén el equilibrio en esta posición de cuclillas durante tres segundos antes de empujar hacia arriba con la rodilla y restablecer la posición vertical original. Realiza 10 sentadillas para empezar, aumenta cada vez más el número a medida que ganes fuerza en el transcurso de tu rehabilitación.

Mantén el equilibrio en esta posición de cuclillas durante tres segundos antes de empujar hacia arriba con la rodilla hasta la posición vertical original. Realiza 10 sentadillas para empezar, aumenta cada vez más el número de sentadillas a medida que ganes fuerza en el transcurso de tu rehabilitación.

Fase 3

Termina el proceso de recuperación con la fase 3, la última etapa antes de poder volver a la plena escala de actividades deportivas. Sé paciente y trata de no exigirte demasiado al entrar en la recta final antes de poder reanudar la práctica de deportes como lo hacía antes de la lesión.

Haz que tu LAC se acostumbre a los movimientos vigorosos montando una bicicleta estacionaria de tres a cinco veces a la semana durante al menos 30 minutos por sesión. Aumenta gradualmente el ritmo y el grado de tu entrenamiento estacionario a medida que te sientas más cómodo. Montar una bicicleta estacionaria te ayudará a mejorar tu condición física y fuerza en las piernas con mínimas molestias y el impacto en los ligamentos de tu rodilla.

Trabaja con un terapeuta de lesiones deportivas o el entrenador del equipo para diseñar ejercicios que simulen otros movimientos atléticos adecuados para tu deporte. Esto puede incluir trote ligero, correr, saltar la cuerda, ejercicios deportivos con escaleras u otros ejercicios relacionados con el deporte al que estás regresando.

Limita tus ejercicios deportivos a sesiones de entrenamiento cada dos días. No es conveniente trabajar demasiado tu LCA en las últimas etapas de la recuperación. Tómate un día de descanso entre los entrenamientos para relajarte.

Ponte hielo en la rodilla después de cada sesión de entrenamiento. Se puede esperar un poco de hinchazón cuando regreses a la actividad física intensa, incluso meses después de la cirugía del LCA. Aplica una compresa de hielo durante 20 minutos después de terminar tus ejercicios. Esto ayudará a reducir la inflamación y el malestar.

Usa una rodillera si no estás seguro acerca de la estabilidad del LCA cuando regreses a los deportes. Una rodillera te puede ayudar a prevenir que la rodilla ceda y ofrece un poco de protección adicional contra golpes y magulladuras durante las actividades.

No tengas prisa en volver a los deportes demasiado pronto después de la cirugía del LCA. Consulta a tu médico, fisioterapeuta y entrenador antes de hacer deportes para asegurarte de que tu rodilla esté en condiciones de moverse libremente. Algunos atletas tratan de hacer deportes demasiado pronto, lo que lleva a una inflamación dolorosa o a una reincidencia de la lesión. Las lesiones del LCA son graves y pueden dejar daños permanentes que pueden mantenerte alejado de los deportes para siempre, así que dedica tiempo suficiente para recuperarte por completo.

Muyfitness
×