Cómo recuperarte de un enema de café

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El café se utiliza comúnmente para enemas debido a su capacidad para relajar los músculos y los conductos biliares. El café también estimula y purifica el hígado y la sangre. Los enemas de café se utilizan con frecuencia varias veces durante un período de tiempo a fin de obtener la desintoxicación completa. Los efectos secundarios de los enemas de café son generalmente mínimos, sin embargo debes seguir un apropiado cuidado después del enema.

Vuelve a las actividades diarias comunes después del enema. Sin embargo, debido a que un enema de café puede sobre-estimular la mente y causar la pérdida de sueño, se debe tomar suficiente tiempo para descansar y tranquilizarse. Espera movimientos extras intestinales.

Reduce el número de bebidas con cafeína que bebes por lo menos una semana después del enema. La cafeína de los enemas de café puede provocar que te sientas hiperactivo, nervioso o ansioso, y las bebidas con cafeína pueden provocar o aumentar estos sentimientos.

Bebe mucha agua para mantenerte hidratado. Bebe por lo menos ocho vasos de agua al día, y sólo bebe agua limpia, filtrada o de manantial.

Toma un suplemento diario de probióticos, como acidophilus, para construir niveles saludables de bacterias en tu sistema digestivo. Sigue las instrucciones de la dosificación en la etiqueta.

Come en los horarios regulares y sólo come alimentos sanos, nutritivos y de fácil digestión. Come principalmente verduras, frutas y alimentos no elaborados. Evita comer carne, especialmente si eres mayor y tienes un colón menos ágil.

Detén los enemas adicionales y consulta a tu médico si tienes alguna reacción adversa o malestar intestinal. Algunas reacciones corporales, como sentir chorros debajo de las costillas del lado derecho, son normales. Esta es tu vesícula biliar vaciándose.

No continúes el régimen de enemas de café durante más de cuatro meses. El uso continuo de los enemas de café puede consumir vitaminas y minerales como el hierro en tu cuerpo, lo cual puede resultar en anemia. Toma tabletas de hígado desecado si presentas anemia. Sigue las instrucciones de la dosificación en la etiqueta para la toma de tabletas desecadas de hígado.