Cómo realizar una evaluación neurovascular en pacientes

Escrito por Roseanne Omalacy ; July 18, 2017
arm and a leg of a golfer. image by Olena Talberg from Fotolia.com

Las evaluaciones neurovasculares se realizan en paciente para determinar si la función nerviosa y circulación sanguínea a las partes del cuerpo son las adecuadas. Estas evaluaciones se suelen llevar a cabo cuando un paciente ha sufrido una lesión o un traumatismo, que requiere escayolar o poner un vendaje restrictivo en la zona. Las enfermeras suelen ser responsables de llevar a cabo las evaluaciones, para detectar signos y síntomas de complicaciones potenciales. Las evaluaciones neurovasculares consisten en cinco comprobaciones diferentes, que guían al personal médico cuando miran la circulación y la función nerviosa.

Pregunta al paciente si experimenta dolor. Anota la localización, la radiación y la severidad del dolor, así como cualquier cosa que parezca aliviarlo o empeorarlo. Pídele que clasifique su dolor en una escala de uno a diez, con uno siendo ausencia de dolor y diez el peor dolor.

Monitoriza los signos y síntomas del síndrome de compartimento. Este síndrome es la acumulación de presión no liberada en un miembro que resulta en un daño de tejidos irreversible, pérdida de sensación, infección y amputación. Las quejas de dolor severo, agravado por el movimiento y que no se alivia con medicación, suelen ser los primeros signos de este síndrome, y debería informarse de ello inmediatamente al médico.

Comprueba el tiempo de relleno capilar presionando en las puntas de los dedos de las manos y de los pies, para asegurarte de que hay un flujo sanguíneo adecuado. Los tejidos se volverán de color rosa pálido en tres segundos del alivio de la presión. Evalúa los cambios en el color y en la temperatura por arriba y por debajo de la zona herida, que puede indicar un flujo sanguíneo insuficiente.

Evalúa si hay debilidad o parálisis en el miembro herido. Conduce al paciente a través de ejercicios de rango de movimiento y ten en cuenta cualquier déficit de movimiento o de fuerza en la extremidad herida. Monitoriza el dolor severo y los espasmos musculares durante el movimiento. Esto puede indicar que el paciente tiene daño en los tendones o en los nervios.

Pregunta al paciente si experimenta cualquier cambio en la sensación, como adormecimiento u hormigueo en la extremidad. Comprueba si hay pérdida de sensación tocando arriba y abajo de la zona herida, después comprueba si hay reacciones verbales o no verbales al estímulo. Documenta e informa de cualquier pérdida de sensación o ausencia de ella en la zona afectada.

Comprueba el pulso en las muñecas y en los pies para notar el ritmo y la calidad del flujo sanguíneo en cada extremidad. Usa las yemas de tus dedos índice y corazón para presionar suavemente y obtener una lectura precisa del pulso. Comprueba si disminuye o no hay, lo que indica una reducción del flujo sanguíneo a la zona.

Compara los hallazgos en ambos lados del cuerpo, así como arriba y abajo de la zona herida. Los cambios y las inconsistencias son un buen indicador del flujo sanguíneo reducido o del daño nervioso, que deberían informarse al médico. Si es posible, compara tus hallazgos con resultados base obtenidos antes del daño, para realizar una evaluación neurovascular más precisa.

Compara tus hallazgos en ambos lados del cuerpo para reconocer mejor los cambios sutiles en la condición.

Monitoriza los signos de infección en el miembro dañado, como aumento del enrojecimiento, calor o hinchazón cerca de la zona.

Muyfitness
×