Cómo preparar piedras calientes para un masaje relajante

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Thinkstock Images/Stockbyte/Getty Images

Un masaje con piedras calientes es un masaje sueco, donde las piedras calientes procedentes de los cauces de los ríos se ubican estratégicamente en el cuerpo. Éstas se utilizan como herramientas de masajes, vienen en varios tamaños y han sido limadas para que tengan los bordes lisos. Una vez que las piedras se colocan en aceite, se volverán negras de forma permanente.

Prepárate para un masaje increíblemente relajante

Limpia y desinfecta tus piedras antes de usarlas. Las piedras también deben ser engrasadas antes de usarlas con tu aceite para masajes favorito o con aceite de oliva.

Calienta las piedras en una olla de piedra, de barro o en una sartén eléctrica, sin tapa, con una pequeña cantidad de agua caliente. Deben calentarse durante unos 30 minutos antes de la llegada del cliente.

Añade los aceites esenciales al agua para el perfume y para ayudar a la relajación. Consulta con tu cliente si es alérgico a los aceites. Puedes optar por un perfume específico con fines de aromaterapia, también.

Comprueba las piedras antes de que llegue el cliente para asegurarte de que no estén demasiado calientes. Si no puedes manipularlas con las manos, están demasiado calientes para la piel del cliente. También puedes colocar una toalla entre la piel del cliente y la piedra.

Lava y desinfecta las piedras entre un cliente y otro. Remoja las piedras en el agua que se encuentra entre 130 y 145 grados Fahrenheit (54 y 63 grados Celsius). Si el agua no está lo suficientemente caliente no matará las bacterias. Sólo asegúrate de que el agua no tenga más de 125 grados Fahrenheit (52 grados Celsius) antes de colocarla en un cliente.

Guarda tus piedras en terciopelo limpio cuando no estén en uso para evitar que se rayen o se piquen.