¿Cómo mantiene la homeostasis el cuerpo humano en respuesta al ejercicio?

Escrito por Jamie Mastrangelo ; July 18, 2017
Jupiterimages/Goodshoot/Getty Images

Sudar durante una carrera o mientras te ejercitas en el gimnasio es común, pero seguramente con frecuencia sudas sin siquiera pensar en por qué tu cuerpo de pronto está lleno de humedad. Cada vez que tu cuerpo siente un cambio en el exterior, debe tomar en cuenta y ajustar las funciones internas del cuerpo con el fin de mantener tu estado normal. Esto se denomina homeostasis.

Definición

La homeostasis es el proceso por el cual se mantiene el ambiente interno del cuerpo relativamente estable a pesar de los cambios en el medio ambiente. Tu cuerpo es capaz de adaptarse a varias condiciones. Por ejemplo, la temperatura media del cuerpo humano es 98,6 grados F (36,6º C), variando ligeramente de persona a persona. Cuando la temperatura exterior desciende a 30 grados F (-1,1º C), la temperatura de tu cuerpo sigue siendo la misma, lo que demuestra que tu cuerpo tiene la capacidad de regular su propia temperatura. Junto con la temperatura, hay muchas otras formas en que tu cuerpo se regula, especialmente durante el ejercicio.

Circuitos de retroalimentación negativa

Al igual que el termostato de tu casa, la homeostasis en el cuerpo se mantiene por circuitos de retroalimentación negativa. En los circuitos de retroalimentación negativa, hay una resistencia al cambio. El cambio inicia una respuesta que lleva al órgano o estructura de nuevo al rango normal. Los circuitos de retroalimentación negativa tienen un receptor, un centro de control y un efector.

Presión arterial

Por ejemplo, tu cuerpo tiene receptores en los vasos sanguíneos que controlan el pH y miden la resistencia del flujo de la sangre contra las paredes de los vasos. Cuando haces ejercicio, tu presión arterial aumenta. Cuando los receptores en la sangre sienten ese cambio, envían el mensaje al centro de control, en este caso, el cerebro, que envía una señal a los efectores para corregir la desviación y volver a un estado normal. Los efectores en este caso son los vasos sanguíneos y del corazón.

Respiración y sudoración

Cuando haces ejercicio, tus músculos demandan más oxígeno. El cuerpo responde a esto incrementando el flujo sanguíneo, creando una mayor presión sanguínea. Con el fin de obtener más oxígeno en tu cuerpo y en tu sangre para que fluya hacia los músculos, tienes que tomar más oxígeno a través de la respiración. Lo mismo sucede cuando sudas. Cuando haces ejercicio, aumenta la temperatura de tu cuerpo, y en un intento de que se enfríe, las glándulas sudoríparas, los efectores, se activan.

Trastornos de la homeostasis

La homeostasis del cuerpo puede verse afectada por lesiones y enfermedades. Algo como la diabetes puede afectar la capacidad del cuerpo para mantener la homeostasis. Si tienes una enfermedad como la diabetes que interfiere con el funcionamiento normal de tu cuerpo, consulta con tu médico acerca de qué tipo de ejercicio es el adecuado para ti.

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