Cómo detener la diarrea en un caballo

Escrito por Cate Burnette ; July 18, 2017
Ablestock.com/AbleStock.com/Getty Images

La diarrea en los caballos, que se observa cuando las heces del caballo se vuelven acuosas y pierden su habitual forma de bola, podría indicar un proceso de enfermedad en el tracto intestinal del animal. Debido a que la diarrea puede tener un potencial subyacente, un veterinario puede tener que realizar un examen completo y formar un diagnóstico antes de recomendar un tratamiento que pueda curar el problema. Si la diarrea es el resultado de factores como el estrés producido por viajes largos o por la ansiedad del desempeño, toma medidas para detener la diarrea sin tratamiento veterinario. Cuando la diarrea persiste más de unos pocos días, se produce como consecuencia de los parásitos que se presentan en un potro recién nacido o implica dolor intestinal, llama a un veterinario y comienza el tratamiento inmediatamente.

Diarrea inducida por el estrés

Proporciónale abundante agua a tu caballo, permitiéndole beber a voluntad; complementa su agua con bebidas con nutrientes para deportistas para que obtenga los electrolitos que son necesarios.

Ofrécele al caballo más forraje para la alimentación. El heno, el puré de salvado y la avena ayudará a que su sistema digestivo absorba el agua. Quítale su alimento dulce o granulado, mientras dure la diarrea.

Retira a tu caballo de cualquier situación que parezca que le cause estrés, permite que se relaje y lleva su cuerpo hacia un equilibrio.

Diarrea parasitaria

Administra un medicamento antiparasitario a tu caballo según las instrucciones de su veterinario. Si es necesario, realiza este procedimiento varios días seguidos.

Dale a tu caballo abundante agua con electrolitos y forraje para la alimentación.

Busca tratamiento veterinario si la diarrea continúa después de la última dosis del antiparasitario.

Diarrea por celo del potro

Ponte en contacto con tu veterinario para un tratamiento si el recién nacido desarrolla la diarrea de ocho a 10 días después del nacimiento.

Permite que tu veterinario le administre protectores intestinales, agentes antiparasitarios y líquidos por vía intravenosa si es necesario.

Limpia la parte trasera de tu potro a diario, eliminando cualquier materia fecal y lavándole la cola.

Aplica aceite de petróleo u óxido de zinc en su cola, entre y por sus piernas para evitar la socavación (una condición que implica grietas en la piel y la pérdida del cabello que puede conducir a la infección).

Colitis

Llama a tu veterinario inmediatamente si sospechas que tu caballo tiene colitis, una inflamación del colon. Los síntomas pueden incluir diarrea continua, pérdida rápida de peso, falta de voluntad para comer, aumento de sed, poco abrigo, mirada apagada y dolor abdominal.

Permítele a tu veterinario realizar pruebas de sangre para determinar si un crecimiento excesivo de bacterias intestinales provocó la colitis; también puede pedir para llevar a cabo un examen completo del recto de tu caballo para determinar si los parásitos o una acumulación de arena en el colon ha causado la inflamación.

Dale permiso al veterinario para que trate a tu caballo con una terapia de líquidos por vía intravenosa, medicamentos anti-inflamatorios y, dependiendo del diagnóstico, plasma, antibióticos, y/o medicamentos antiparasitarios.

Mantén los caballos con diarrea persistente en forrajes; alimentos densos en calorías como el maíz, la cebada y la alfalfa pueden exacerbar la diarrea y conducir a la colitis.

No dejes que tu caballo acceda a la hierba fresca hasta que su sistema digestivo pueda adaptarse a ella; introdúcele gradualmente nuevos alimentos durante una semana a 10 días para prevenir el malestar.

Quítale los parásitos a tu caballo periódicamente teniendo en cuenta las recomendaciones de tu veterinario.

Proporciónale a tu caballo otro suministro de agua potable si no le gusta el sabor del agua mejorada con electrolitos.

La diarrea y la colitis puede llegar a ser mortales, especialmente en las condiciones comprometidas de un sistema inmunológico de un potro joven. Largos períodos de diarrea pueden causar deshidratación que conduce a la enfermedad cardíaca, insuficiencia renal y cólicos. Si el revestimiento del tracto intestinal se daña, las toxinas producidas por la flora bacteriana normal pueden entrar en el torrente sanguíneo, haciendo que el caballo se intoxique, entre en estado de conmoción y posiblemente muera.

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