Cómo deshidratar o secar manzanas

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Hemera Technologies/Photos.com/Getty Images

Secar manzanas en casa es fácil y tiene varios beneficios como método de conservación de alimentos. A diferencia de las manzanas congeladas, las deshidratadas se pueden almacenar a temperatura ambiente y no dependen de la electricidad para mantener su calidad. A diferencia de las manzanas en conserva, las deshidratadas ocupan mucho menos espacio y se procesan de forma más natural, con menos calor, lo que resulta en una manzana mucho más nutritiva y menos alterada.

Elige las manzanas que estén firmes, maduras y sean de alta calidad. Sécalas inmediatamente después de la cosecha. Lava las manzanas pulverizándolas con vinagre blanco y enjuágalas bien. Retira todos los pedazos feos con un cuchillo.

Quítales el centro, pélalas y córtalas de manera uniforme en anillos o rebanadas de ¼ a ½ pulgadas (de 6,35 mm a 1, 27 cm) para ayudar a que se sequen uniformemente. Pelarlas es opcional si usarás las manzanas en popurrí, artesanías o para hacer polvo.

Sumerge las manzanas antes del secado para evitar que se oxiden. La oxidación —la parte marrón que aparece en las manzanas cuando se exponen al aire—, les hace perder parte del contenido vitamínico. Para sumergir las manzanas, cubre las rodajas con agua con limón o jugo de limón añadido durante 8 minutos antes de secarlas. Necesitarás ¼ de taza de jugo por cada taza de agua necesaria para cubrir las manzanas.

Extiende las manzanas en una sola capa. Estas deberían estar distribuidas de forma equilibrada, y no debes permitir que se superpongan unas a otras, ya que el aire debe circular libremente entre cada pieza de la fruta. Un plato de cristal es perfecto para secarlas al horno. Si estás utilizando un deshidratador de alimentos, coloca las manzanas de manera uniforme en bandejas.

Para hornear las manzanas colócalas en el horno a 150 grados Fahrenheit de10 a 20 horas. Si tienes un deshidratador de alimentos, ponlo en alrededor 140 grados de 12 a 24 horas.

Prueba la sequedad de las manzanas. Deben haber eliminado la mayor parte de la humedad, sin dejar de ser flexibles. Si están crujientes, se secaron demasiado. Las manzanas excesivamente secas funcionan bien para fabricar polvos de manzana.

Empaqueta las manzanas en un recipiente a prueba de humedad, como un tarro o un envase de plástico sellado. Envasar al vacío las manzanas secas prolongará más su vida útil. Etiqueta las manzanas con la fecha de preservación y guárdalas en un lugar fresco y seco. Las manzanas secas se pueden almacenar hasta por 12 meses.