Los jardineros usar bolas de naftalina para repeler plagas de la destrucción de las plantas. Sin embargo, los estudios concluyen que la sobre-exposición a la naftalina es perjudicial para las personas, los animales y el medio ambiente.

Antecedentes

Las bolas de naftalina son pesticidas, creados a partir de los cristales blancos de dos sustancias químicas: paradiclorobenceno y naftaleno. Ambos productos químicos son sólidos a temperatura ambiente y producen un gas tóxico. El gas actúa como un fumigante para las plagas. La Agencia de Protección del Medio Ambiente regula el uso de bolas de naftalina. Requieren que el embalaje indique claramente cómo son las bolas de naftalina para utilizarse legalmente. Las bolas de naftalina utilizadas en una manera no especificada puede ser perjudicial para seres humanos, animales y el medio ambiente.

Efectos nocivos

El paradiclorobenceno puede ser un carcinógeno y también puede dañar el hígado y los riñones en dosis altas. La exposición a la naftalina puede causar náuseas, vómitos, mareos y dificultad para respirar. Cuando las personas inhalan los vapores de naftalina, inhalan un pesticida. Usar naftalina en espacios abiertos puede causar daño a los niños y las mascotas y contaminan el suelo y el agua. Los niños y las mascotas pueden confundirlos con los dulces y se los comen. Si esto sucede, solicita ayuda de emergencia de inmediato.

Uso seguro

Después de abrir un paquete de bolas de naftalina, se deben almacenar en un recipiente hermético, sellado en un área con ventilación separada de la casa, como un garaje o un jardín cobertizo. La forma correcta de usar las bolas de naftalina es colocar éstas entre la ropa en un recipiente hermético y sellado para que los gases tóxicos se encuentren atrapados. Después del almacenamiento, el recipiente debe abrirse al aire libre y la ropa se debe lavar a fondo.

Alternativas naturales

La ropa debe ser lavada a fondo, luego se coloca en recipientes herméticos. Los cajones y los armarios deben estar completamente aspirados. (a otros no les gusta el olor penetrante de las virutas de madera de cedro y hierbas frescas). Pueden ser colocadas con la ropa para mantener las polillas lejos. En el jardín, las virutas de madera de cedro pueden actuar como un repelente de plagas cuando se colocan alrededor de las plantas. El olor será mucho más agradable y el carácter decorativo de las virutas se integran perfectamente al entorno natural.