Carcinoma hepático en perros

El mejor amigo del hombre.

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El cáncer canino, en especial el cáncer hepático, es una enfermedad devastadora con un pronóstico pobre. Por fortuna, VetInfo4Dogs informa que sólo el 1,5 por ciento de los perros sufren de cáncer hepático primario.

Por desgracia, el Centro Médico Animal de Mar Vista advierte que la metástasis hepática, la más común de dos tipos, afecta a los perros dos y media veces más a menudo que el cáncer hepático primario, lo que hace que el carcinoma hepático sea una enfermedad intimidante para cualquier dueño de perros.

Tipos

El carcinoma hepático primario es un tipo de cáncer que se desarrolla directamente en el hígado. VetInfo establece que el cáncer hepático por lo general se causa debido a la ingestión y posterior metabolización de un químico tóxico o carcinógeno. La fuentes dudosas de tóxicos incluyen la comida podrida para mascotas o sus suplementos químicos, tintes, tejido animal y plantas dañinas.

La metástasis es una forma de cáncer que se pasa al hígado por medio de una fuente cancerosa. Mar Vista indica que en la mayoría de los casos los tumores se infiltran en el hígado desde la vesícula, el páncreas o el tracto intestinal. De acuerdo con VetInfo, otra fuente de metástasis hepática es el torrente sanguíneo.

Signos

Más allá de tipo de cáncer hepático que pueda sufrir un perro, la detección temprana es la clave para un tratamiento exitoso. De acuerdo con VetInfo, los signos de cáncer hepático incluyen: "falta de apetito, pérdida de peso, vómito, letargo, aumento de sed, aumento de la orina, líquido en la cavidad peritoneal (abdomen), encías pálidas, ictericia, dificultad para respirar, debilidad, ataxia (falta de control muscular) y convulsiones".

Diagnóstico

El diagnóstico del cáncer hepático incluye un ultrasonido y aspiración por medio de una aguja o biopsia del posible tejido canceroso. De acuerdo con Mar Vista, el ultrasonido es "el medio más común para evaluar la textura del hígado", lo que permite al veterinario ver el interior del hígado de un perro para determinar la cantidad de tumores y su tamaño. Una vez que se localizan el o los tumores, se realiza una aspiración con una aguja (pequeña muestra que se extrae con una aguja) o una biopsia (corte más grande de la muestra del hígado) se puede realizar para determinar si las células cancerosas son malignas o benignas.

Tratamiento

El tratamiento para el carcinoma hepático en perros es muy limitado. Al momento de la publicación, VetInfo explica que no se han realizados pruebas sobre los efectos de la radiación y la quimioterapia para tumores caninos. También explica que sólo ciertos tipos de cáncer hepático, como el carcinoma hepático (la forma más común de cáncer hepático primario), se pueden operar, ya que el cáncer sólo afecta una parte del lóbulo hepático y se puede remover. Sin embargo, los principales tipos de cáncer que entran en una forma nodular o difusa no se pueden operar, ya que son complejos y se quedan en el hígado. En consecuencia, en la mayoría de los casos, la única opción de tratamiento es la medicación para calmar la incomodidad del perro conforme avanza la enfermedad.

Pronóstico

En los casos de carcinoma hepático, la parte enferma del hígado se puede quitar con cirugía, por lo que el pronóstico por lo general es mejor que para formas nodulares o difusas del cáncer hepático primario. Mar Vista informa que el pronóstico para metástasis hepática por lo general es desalentador. Debido a que la metástasis se causa a partir de la extensión de las células cancerosas, cuando se descubre, por lo general el cáncer ya se encuentra en etapas avanzadas.

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