¿Beber café contribuye en la presión arterial alta y la diabetes?
Escrito por Beth Greenwood ; July 18, 2017El café es una bebida tan común que a menudo ni piensas si puede tener un impacto en la salud. Pero la cafeína del café es en realidad una droga, y además, el café contiene cientos de otros componentes que pueden afectar varias funciones o enfermedades del cuerpo. Ha quedado demostrado que el café afecta dos condiciones médicas comunes: la diabetes y la presión arterial alta, o la hipertensión.
Cafeína y café
Cuando se discuten los efectos del café en la salud, es importante diferenciar entre los efectos de la cafeína, presentes en otros alimentos como el té y el chocolate, y el café, descafeinado o no. Por ejemplo, la cafeína afecta la forma en que el cuerpo responde a la insulina. Un estudio publicado en febrero de 2002 por "Diabetes Care" demostró que en algunos voluntarios hombres saludables, la cafeína reducía le sensibilidad de la insulina, la respuesta al cuerpo a la insulina, en un 15%. Un resultado similar fue arrojado por los investigadores que informaron en mayo de 2008 en “American Journal of Clinical Nutrition”, que el café con cafeína dañaba la sensibilidad de la insulina en los hombres saludables, pero el descafeinado no. En ambos estudios, el efecto se debió claramente a la cafeína, no necesariamente al café.
Café y diabetes
Según Harvard Medical School Family Health Guide, el café tiene un efecto protector contra la diabetes. Quienes beben café negro, tienen la mitad de la probabilidad de contraer diabetes, como aquellos que beben menos. Sin embargo, el café descafeinado mejora la densidad alta de lipoproteínas, HDL, los lípidos de la sangre que protegen a los diabéticos de las enfermedades cardíacas. Ya que estas enfermedades son una de las complicaciones de la diabetes, el efecto protector es importante. El café común no demuestra tener este efecto protector.
Café y la hipertensión
En cuanto a la presión arterial se refiere, la clave parece ser cuánto café bebes y si continúas bebiéndolo durante un período de tiempo. El investigador Z. Zhang y sus colegas informaron en una publicación de marzo de 2011 de “American Journal of Clinical Nutrition”, que beber diferentes cantidades de café aumentaba el riesgo de la hipertensión. Cuando el consumo de café aumenta a 3 tazas por día de 1 inicial, no hubo cambio en el riesgo de desarrollar hipertensión. Pero de 1 a 3 tazas por día parecía tener un riesgo un poco más elevado de hipertensión. Pero otro informe de marzo de 2002 publicado por “Archives of Internal Medicine” concluyó que el café sólo juega un pequeño papel en la hipertensión, aunque no tienda a aumentar un poco la presión arterial con el tiempo. Pero el Dr. James Lane, un psicofisiólogo del Duke University Medical Center, ha estado estudiando a la cafeína por más de 25 años y tiene un punto de vista diferente, él dice que la cafeína en el desayuno y en el almuerzo elevan la presión arterial y que la mantiene elevada hasta alrededor de las 10 pm.
Advertencias y datos para tener en cuenta
Ni la diabetes ni la hipertensión son condiciones que deban autotratarse. Si tienes preguntas o preocupaciones sobre cómo el café afecta a cualquiera de los dos problemas, háblalo con un profesional médico.
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Referencias
- “American Journal of Clinical Nutrition”; El consumo del café con cafeína perjudica la homeostatis de la glucosa en sangre en respuesta al índice alto y bajo glicémico de las comidas de los hombres sanos; L.L. Moisey, S. Kacker, A.C. Bickerton, L.E. Robinson, T.E. Graham; mayo de 2008
- “American Journal of Clinical Nutrition”; Consumo habitual de café y riesgo de hipertensión: A Systematic Review and Meta-analysis of Prospective Observational Studies; Z. Zhang, G. Hu, B. Caballero, L. Appel, L. Chen; marzo de 2011
- Harvard School of Public Health: La fuente de la nutrición; Consulta al experto: Café y salud
- Duke Medicine Health Line:The Real Deal On: Cafeína; marzo de 2010
- “Diabetes Care”; La cafeína puede reducir la sensibilidad de la insulina en los humanos; G. B. Keijzers, M.D., B.E. De Galan, M.D., C. J. Tack, M.D., P. Smits, M.D.; febrero de 2002
Escrito por
Beth Greenwood is an RN and has been a writer since 2010. She specializes in medical and health topics, as well as career articles about health care professions. Greenwood holds an Associate of Science in nursing from Shasta College.