Cómo congelar calabaza y calabacín

Escrito por M.H. Dyer ; May 10, 2017
Hemera Technologies/Photos.com/Getty Images

El verano es la estación de los calabacines o zucchini y otras calabazas de verano, y si tienes una huerta o vecinos con huerta, podrías tener tantas calabazas que no sabrás qué hacer con ellas. Congelarlas es una manera sencilla de conservar esta abundancia veraniega y disfrutar los vegetales de la estación cálida durante los fríos días de invierno. El proceso es similar para las calabazas tardías de invierno como las anco (butternut), zapallo inglés (Hubbard), bellota (acorn) y la tipo Halloween (pumpkin). Sin embargo, los zucchini y otras calabazas de verano deben blanquearse para detener la actividad enzimática, mientras que las calabazas de invierno se cocinan y trituran o hacen puré.

Zucchini y calabaza de verano

Cepilla los zucchini y otras calabazas de verano con un cepillo para vegetales y luego córtalos en rodajas de 1/2 pulgada. También puedes rallar la calabaza para hornear. Pela la calabaza y quítale las semillas solamente si es muy grande. De otro modo, deja la piel y semillas intactas.

Llena una olla grande con agua. Colócala a fuego máximo y llévala a hervir a borbotones.

Pon 4 a 6 tazas de calabacines en una canasta de vaporera o colador. Sumérgela en el agua hirviendo.

Pon un reloj de cocina para 3 minutos tan pronto como el agua vuelva a hervir. Alternativamente puedes colocar la canasta sobre una pequeña cantidad de agua hirviendo y vaporizar los calabacines durante 1 a 2 minutos. Para hacerlos al vapor, cuida de que los vegetales no toquen el agua.

Retira la canasta de la olla enseguida que suene el reloj, y enfría rápidamente los calabacines sumergiéndolos en un bol de agua helada.

Coloca los calabacines enfriados en bolsas de plástico resellables o recipientes rígidos para congelador. Etiqueta las bolsas o recipientes y congélalos inmediatamente.

Calabaza de invierno

Corta la calabaza en trozos cómodos para cocinar, generalmente de 2 a 3 pulgadas de diámetro. Usa una cuchara grande de metal para quitar las semillas.

Coloca los trozos en agua hirviendo y cocina la calabaza hasta que esté blanda y la puedas pinchar fácilmente con un tenedor. Si lo prefieres, coloca la calabaza en un colador grande o canasta vaporera y cuécela al vapor sobre una pequeña cantidad de agua hirviendo bajito. También puedes asarla en el horno o cocinarla en el microondas.

Coloca la olla de calabaza en el fregadero o en un bol lleno de agua fría y deja que se enfríe. Raspa la pulpa de la cáscara con una cuchara de metal y luego písala con un tenedor o hazla puré con una licuadora o procesador de alimentos.

Coloca la calabaza en recipientes rígidos para congelador, dejando 1/2 pulgada de espacio en la parte superior de cada recipiente. También puedes ponerla en bolsas de plástico resellables.

Sella los recipientes de modo seguro, etiquétalos y congélalos.

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