¿Los saltarines infantiles (jumpers) afectan el desarrolló del bebé?

Los saltarines pueden retrasar el desarrollo de la habilidad de caminar apropiadamente.

Hemera Technologies/PhotoObjects.net/Getty Images

Nada es más lindo que ver a un bebé saltar, pero si el tuyo utiliza un jumper o saltarín para hacerlo podría afectar su desarrollo. Los saltarines están diseñados para permitir a tu pequeño rebotar utilizando sus pies para impulsarse del suelo, un movimiento que resulta muy atractivo para la mayoría de los bebés. Desafortunadamente no es lo más aconsejable permitir que tu niño utilice uno de estos juguetes entrenadores, ya que el aparato puede afectar negativamente su desarrollo, además de que puede representar un peligro a su seguridad.

Tipos de saltarines

Los saltarines infantiles vienen en tres presentaciones. El primero se instala en el marco de una puerta y cuenta con un asiento suave suspendido por cintas que se unen en un gran resorte. El segundo tipo es estacionario, lo que quiere decir que tiene su propio marco o soporte; esta clase de saltarín también tiene un asiento suspendido, pero esta vez está sujeto por dos o cuatro resortes cubiertos con tela. El tercer tipo de saltarín también es estacionario, sólo que en este caso el asiento está apoyado de resortes (los que no están cargándolo). A pesar de que los últimos dos son más seguros que el primero, todos son una amenaza para el desarrollo del bebé.

Riesgos en el desarrollo

A pesar de que los saltarines infantiles son divertidos no son benéficos en ningún sentido. De hecho estimulan un movimiento que es dañino a las habilidades motrices que tu bebé necesita desarrollar, de acuerdo con el Rady Children's Hospital en San Diego. En primer lugar los bebés no cuentan con la madurez necesaria para controlar sus propios movimientos corporales cuando rebotan rápidamente. Esto es especialmente cierto cuanto nos referimos al movimiento de las piernas y el tronco. Otro problema es la posición que el bebé toma para saltar, ya que el peso recae sobre sus caderas, entrepierna y axilas. Esto hace que el bebé se mueva hacia adelante en vez de hacia arriba. Debido a estos factores los bebés que utilizan saltarines con frecuencia pueden experimentar problemas del desarrollo relacionados con la postura apropiada y el control de piernas y tronco. Además, debido a que los saltarines están diseñados para que el bebé se impulse utilizando los dedos de los pies, los pequeños que los utilizan se acostumbran a flexionar los dedos hacia arriba. Esto, sumado a los problemas de postura, puede retrasar su capacidad de caminar.

Riesgos a la seguridad

Los saltarines infantiles no sólo afectan el desarrollo del bebé sino que pueden representar un riesgo a la seguridad. La mayor parte de las heridas infantiles (incluyendo las de la cabeza) provienen de fallas mecánicas. Los saltarines que se montan en los marcos de las puertas se consideran los más peligrosos de todos, ya que no sólo existe el peligro de que se suelte del marco sino que el bebé puede golpearse contra el marco de la puerta o con otros objetos situados delante o detrás de él. Cualquier saltarín con resortes es potencialmente peligroso para los dedos del bebé, ya que estos pueden atorarse en él. Finalmente, el bebé puede deslizarse fuera del asiento del saltarín si no está bien sujetos con cintas.

Alternativas más recomendables

En vez de colocar a tu bebé en un saltarín, mejor ponlo en el suelo panza abajo. El tiempo que pasa en esta posición es esencial para que desarrolle un torso fuerte y músculos en sus piernas. De hecho, el sólo colocar a tu bebé en el suelo y dejar que aprenda a controlar sus movimientos conforme explora es el mejor tipo de pasatiempo y entretenimiento divertido que puedes darle, de acuerdo con EarlyInterventionSupport.com.

eHow en espanol
×