Las rabietas de los adolescentes

Aunque un adolescente parezca maduro, puede ser que tenga problemas para controlar sus emociones.

Hemera Technologies/AbleStock.com/Getty Images

Tu esperas las rabietas cuando tu hijo es un niño o un pre-escolar. Tienes la esperanza de que estos estallidos emocionales pasen luego de que desarrolle sus habilidades del lenguaje y pueda manejar mejor las estrategias de afrontamiento. Desgraciadamente, a veces las rabietas continúan en la niñez y aún durante la adolescencia. Puede ser que esas rabietas le den resultado a tu hijo o que necesite una guía para manejar mejor sus frustraciones y enojos.

Permanece en calma

Mark Gregston, un pastor y fundador de Heartlight, que es un centro de asesoramiento para adolescentes, explica en su artículo "Getting Control of Teen Anger" en su página de Internet Parenting Today's Teens, que un adolescente puede convertirse en una persona rabiosa cuando no consigue algo que quiere o cuando pierde algo que para él es importante. Cuando tu adolescente pierda el control y exhiba una conducta de rabieta, mantente calmo y resiste la necesidad de desafiarlo o de responder emocionalmente, aconseja Joe Pergola, un educador de vida familiar de la University of Florida Extension. Si pierdes los estribos, también puedes perder algo del control parental en esa situación, advierte Pergola. Por lo tanto mantén tu voz neutral y sin emoción para tratar de ayudar a que tu hijo se calme.

Evita los altercados físicos

Como estás en presencia de un adolescente enojado, es sumamente importante que manejes tu adrenalina natural y resistas el deseo de pegarle físicamente, de acuerdo al artículo "Teen Tantrums" que está en el sitio de Internet de la David O. McKay School of Education at Brigham Young University. Es normal reaccionar ante el enojo de un adolescente con adrenalina, pero pelea con tu propio enojo para ayudar a tu hijo a pelear con el de él. Evita todo tipo de altercado físico; de esa manera, sólo reforzarás la agresión que siente y le estarás dando un mal ejemplo. Si alguna vez ocurre una confrontación física, discúlpate por haber perdido el control y señala que no te permitirás esa actitud nuevamente.

Anima el pensamiento racional

Mientras tu adolescente esté en medio de la tempestad de furia, puedes tratar de llegarle a su costado racional, sugiere la educadora Sara Bean en el artículo "Parenting an Angry, Explosive Teen" en EmpoweringParents.com. Debido a que la conducta de tu hijo no debe ser un modo efectivo de controlarte y motivarte para que des tu brazo a torcer, ayúdalo a entender su error. Le puedes decir: "Yo puedo ver y oír que estás realmente enojado ahora porque te dije que no puedes tener el auto, pero actuando de esta manera no vas a hacer que cambie mi decisión. En lugar de esta furia y alboroto, te sugiero que nos calmemos y tratemos de hablar".

Vete

Si tu voz calma y tus intentos por hacerlo entrar en razón fallaron, tu única alternativa es rehusarte a prestarle atención mientras tiene la rabieta, aconsejan los especialistas en la vida familiar de la University of Iowa Extension, en su folleto "Managing Conflict With Teens". Explícale a tu hijo que no lo seguirás escuchando o participando de su enojo y vete a un lugar privado al que no te pueda seguir, tu habitación, quizás. Ten en cuenta que a veces esta desvinculación puede crear más enojo y frustración en algunos adolescentes. Si te sigue y tu te enganchas en una conducta que te lleve a temer por tu seguridad, puede ser que necesites llamar a la policía, advierten los especialistas de la University of Iowa.

eHow en espanol
×