Las camisas de algodón son prendas frescas, livianas y cómodas que se ven bien emparejadas con un par de jeans o un traje informal de botones. Una fibra natural, el algodón es fácil de cuidar y es fácil de lavar en casa. Incluso una mancha dura como una de jugo de tomate es relativamente fácil de manejar. Trata la mancha tan pronto como sea posible, ya que las manchas fijadas son más difíciles de eliminar. Revisa siempre la etiqueta antes de lavar una camisa de algodón; determinados tejidos de algodón finos pueden beneficiarse con la limpieza en seco.

Seca la mancha de jugo de tomate con agua fría, con una esponja limpia o un paño húmedo. Evita los paños o toallas de color oscuro, los cuales pueden empeorar la situación transfiriendo color a la camiseta.

Satura la mancha con remojador de lavandería o removedor de manchas y deja que el remojador se asiente durante un minuto.

Inspecciona la zona tratada. Si la mancha es aún visible, borra la mancha con detergente líquido de alta resistencia. Evita el frotamiento excesivo, lo cual puede dañar las fibras de algodón.

Trata una mancha en una camisa blanca de algodón con lejía si otras medidas no funcionan. La lejía es a menudo necesaria si la camisa se ​​lava antes de que desaparezca la mancha. Para las camisas de color, usa lejía oxigenada para evitar quitar el color de las camisas.

Lava la camisa en agua lo más caliente posible, dependiendo de las instrucciones de la etiqueta de cuidado. Usa detergente para la ropa, evita jabones tales como barra de jabón o jabón en polvo. El jabón hace que las manchas sean más difíciles de eliminar, y puede que sean permanentes.

Repite el proceso si la mancha es aún visible. Nunca coloques una prenda manchada en la secadora, ya que el calor fija la mancha y puede hacer que sea permanente.

Seca la camisa de algodón de acuerdo a las recomendaciones de la etiqueta.