Pros y contras de dejar que los niños establezcan las reglas en el aula

Las reglas claras y consecuencias dejan que los niños sepan que esperar en el aula.

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Como padre de familia, es posible que te hayas preguntado por qué algunos maestros involucran a los estudiantes en el establecimiento de las reglas de la clase, mientras que otros no lo hacen, y si la participación de los niños en el proceso de elaboración de normas es una práctica positiva o negativa. Pueden ser ambas, dependiendo de la clase y la capacidad del maestro para guiar a los estudiantes en la elaboración de normas sin necesidad de utilizar mano pesada. Algunos encuentran que permitirle a los estudiantes establecer las reglas de comportamiento en el aula, mientras que los profesores se reservan el derecho de establecer procedimientos, como la forma en que se aprueba la tarea, hacen fila para el recreo o rutinas de la mañana, crea un balance que funciona para su salón de clases

La lluvia de ideas construye habilidades de pensamiento

Permitir a los estudiantes a establecer las reglas de la clase anima a los niños a reflexionar sobre su comportamiento y cómo afecta a sus compañeros de clase. La lluvia de ideas para las reglas también ofrece a los niños la oportunidad de pensar sobre lo que necesitan para tener éxito. Debido a que el proceso requiere de pensar en sí mismos y su impacto en otros, puede crear un aula más cooperativa y solidaria.

Propiedad

Cuando los niños sienten que han tenido algo que decir en la creación de las reglas de la clase, por lo general desarrollan un sentido de pertenencia de las normas. En lugar de pensar en reglas como algo que alguien, el profesor, les impone, ahora pueden ver las reglas como algo que han acordado y valorarlas. Muchos maestros reportan menos problemas de comportamiento en las aulas donde los estudiantes participan en el establecimiento de las reglas de la clase.

Las reglas pueden ser muy restrictivas

A pesar de que uno podría esperar que los niños establezcan reglas que permiten indulgencias en el aula, a menudo no es el caso. Los estudiantes a menudo son más restrictivos en el establecimiento de reglas que los adultos, ya que tienden a incluir acciones específicas en lugar de una regla primordial. Por ejemplo, los niños pequeños pueden enumerar "no hablar", "no correr" y "nada de golpes", como las primeras reglas de la clase. Los estudiantes mayores pueden crear una larga lista de normas específicas, tales como "no copiar", "no hacer trampa" y "no mentir". Con la orientación del profesor, estas reglas se pueden consolidar bajo temas amplios, como "mostrar respeto a los demás" y "hacer su mejor trabajo".

Las consecuencias pueden no ser acordes a la falta

Permitir a los estudiantes establecer las consecuencias por no seguir las reglas de la clase puede ser tanto positivo como negativo. Con la intervención del profesor, trabajar juntos para establecer consecuencias asegura que todos los estudiantes sepan y entiendan qué esperar cuando se rompen las reglas. Sin embargo, si se deja a su suerte, los niños tienden a establecer consecuencias perjudiciales que pueden no ajustarse a la falta. Porque los niños, incluso los adolescentes en la escuela secundaria y preparatoria, tienen un sentido poco desarrollado de la empatía y por lo general ven las reglas y las consecuencias como una manera de controlar a otros estudiantes, pueden carecer de la capacidad para establecer consecuencias realistas y aplicables.

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