Cómo congelar papas fritas caseras

Escrito por Chance Woods ; May 10, 2017
Jupiterimages/Goodshoot/Getty Images

Las papas se ponen marrones al cortarlas y dejarlas por un tiempo antes de cocinarlas. Para evitar que se pongan de este color y que los productos se mantengan sabrosos, los productores comerciales de patatas fritas y demás productos congelados les agregan sustancias químicas como el dihidrógeno pirofosfato disódico a sus papas. Puedes eliminar estos químicos de tus comidas haciendo tus propias papas fritas y congelándolas con anticipación. Se pondrán marrones, pero este color no es nocivo y se irá al cocinarlas, por lo que no deberás tratarlas con ninguna sustancia particular para evitarlo.

Papas fritas al horno

Precalienta el horno a 425 ºF.

Pela las papas con un mondador de verduras, si prefieres que las papas fritas no tengan cáscara.

Corta cada papa en rodajas del espesor que más te guste.

Echa las rodajas de papas en la cantidad justa de aceite vegetal como para cubrirlas.

Rocía las papas con sal y los condimentos de que hayas elegido y échalas una vez más en aceite hasta que estén bien cubiertas.

Distribuye las papas formando una sola capa sobre una bandeja de horno.

Hornéalas durante 20 a 55 minutos dependiendo del espesor, y dalas vuelta una vez cuando lleguen a la mitad del tiempo de cocción. Cuando estén hechas, las podrás pinchar fácilmente con un tenedor.

Saca las papas fritas del horno y déjalas a un lado para que se enfríen antes de congelarlas.

Colócalas dentro de una bolsa con cierre hermético para almacenar alimentos pesados y sella la bolsa cuando estén a temperatura ambiente. Puedes guardarlas en el congelador hasta cuatro semanas.

Quita las papas fritas del congelador cuando quieras usarlas y caliéntalas en el horno precalentado a 350 ºF durante aproximadamente 10 a 15 minutos hasta que estén totalmente descongeladas y crocantes.

Papas fritas

Pela las papas con un mondador de verduras si prefieres las papas fritas sin cáscara.

Corta cada papa en rodajas del espesor que más te guste.

Distribuye las papas en una sola capa sobre una bandeja de horno y colócalas dentro del congelador durante varias horas o durante la noche hasta que estén totalmente congeladas.

Coloca las papas dentro de una bolsa con cierre hermético para almacenar alimentos pesados y sella la bolsa cuando estén totalmente congeladas. Puedes guardarlas en el congelador hasta cuatro semanas.

Saca las papas fritas del congelador el día o la mañana antes del momento que quieras usarlas y deja que se descongelen en el refrigerador.

Precalienta el aceite para freírlas a 325 ºF (162 ºC).

Sumerge cuidadosamente las papas descongeladas en tandas pequeñas dentro del aceite para freír. Las tandas deben ser los suficientemente pequeñas como para que el aceite cubra las papas de forma total.

Fríe cada tanda de papas entre cinco y 10 minutos o hasta que estén doradas.

Saca las papas del aceite y deja que se escurran sobre papel de cocina.

Rocíalas con sal y condimentos a gusto y sírvelas.

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