Sensación de náuseas después de fumar

Las náuseas son un efecto secundario común al fumar.
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La experiencia es común a muchos fumadores y no fumadores. Ese primer cigarrillo, puede conducir a desear otro o a la abstención de por vida, debido a la tos, los ojos enrojecidos y las náuseas. Los agentes químicos encontrados en el humo del cigarrillo fácilmente activan síntomas como las náuseas, aunque los fumadores habituales son menos propensos a experimentar esos efectos con el tiempo. Sin embargo, si sientes náuseas, tal vez no sea debido a los efectos del cigarrillo en tus órganos internos. Un fumador empedernido que no experimenta estos síntomas tiene más probabilidades de padecer cáncer, enfisema y enfermedad cardíaca.

Efectos de fumar

A pesar de su ubicuidad en la cultura popular, fumar un cigarrillo resulta en una amplia gama de consecuencias negativas para tu cuerpo. Teniendo en cuenta todas estas repercusiones internas, es probable que tengas una sensación de náuseas cuando no estás acostumbrado a fumar. Cada inhalación de humo de cigarrillo libera alquitrán, monóxido de carbono y nicotina en tu cuerpo. La nicotina estimula el sistema nervioso central, que a su vez eleva el azúcar en la sangre y da la sensación de un impulso de energía. También, contrae los vasos sanguíneos, lo que eventualmente puede causar daño permanente a las arterias. Debido a que el cuerpo libera corticosterona, los efectos de la nicotina disminuyen con el tiempo, lo que lleva a los fumadores a anhelar un aumento del número de cigarrillos. Además, es probable que disminuyan las náuseas después de fumar en la medida que el fumador se acostumbre a la sensación. Sin embargo, el impacto negativo de la nicotina y otras sustancias no disminuyen cuando disminuyen las náuseas.

Dejar el hábito

Dejar de fumar invierte dramáticamente tu tendencia a las enfermedades cardiovasculares. Igual que con tu último cigarrillo, es posible que notes síntomas de náuseas -no muy diferentes a los que experimentaste después de la primera vez que fumaste. Debido a que los cigarrillos son tanto física como mentalmente adictivos, tu cuerpo va a pasar por una serie de síntomas físicos en todo el proceso de abstinencia. Estos síntomas pueden ser desde molestos hasta dolorosos, pero por lo general desaparecerán por completo en cuestión de semanas o meses. Además de las náuseas y los calambres, puedes notar una sensación de hormigueo en las extremidades, sudoración, dolores de cabeza, dolor de garganta y tos. Aparte de los síntomas físicos, la abstinencia a menudo provoca insomnio, mal genio, confusión, dificultad para concentrarse, irritabilidad, inquietud y ansiedad o depresión.

Humo de segunda mano

Si pasas mucho tiempo en un espacio cerrado con fumadores, puedes empezar a notar los efectos del humo de segunda mano. Sólo por inhalar aire contaminado con humo de cigarrillo se liberan ingredientes cancerígenos a tu torrente sanguíneo. Como no-fumador, es más probable que reacciones violentamente a los productos químicos en el humo del tabaco, por lo que los síntomas, como las náuseas, son más probables. Según la Sociedad Americana del Cáncer, el humo que desprende un cigarrillo contiene 4.000 compuestos químicos, de los cuales más de 60 han sido relacionados con el cáncer.

Variación individual

El grado en que el tabaquismo induce las náuseas varía de una persona a otra. Según un estudio del 2008 llevado a cabo por el Laboratorio de Investigación de la Nicotina de la Universidad de Michigan, la variación genética determina la tendencia a sentir mareos o placer al tomar la primera bocanada. Las personas con una variación particular de CHRNA5, el gen receptor de la nicotina, son menos propensas a sentir náuseas y más propensos a convertirse en adictos a la nicotina.

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