Cómo conseguir que dos niños pequeños duerman en la misma habitación

Ajusta las horas de dormir de acuerdo a las edades de tus hijos.

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Cuando tu casa tiene el espacio limitado, probablemente dos niños pequeños tendrán que compartir una habitación. Si bien en teoría esto suena como una opción conveniente, dos niños peleándose y despertándose entre sí en la noche pueden perturbar la tranquilidad de tu sueño. Al asegurar a tus dos niños que compartir habitación es una experiencia positiva, es más fácil establecer reglas y rutinas para que todos en la familia puedan tener una noche de sueño reparador.

Ajusta las hora de dormir de tus hijos para que sean adecuadas para sus respectivas edades. Si un niño es muy pequeño y el otro ya está en edad preescolar, tienen diferentes necesidades de sueño. Poner a ambos niños en la cama al mismo tiempo podría causar problemas si un niño mayor no está cansado, ya que interrumpirá el sueño del niño más pequeño. Experimenta con diferentes opciones, como ir a la cama de forma escalonada, para ver cual funciona mejor para tu familia.

Instala una máquina de ruido blanco y cortinas opacas en el dormitorio de tus hijos. Diversos ruidos y luces hacen que su sueño sea irregular. Para evitar que un niño se despierte cuando el otro tosa, una máquina de ruido blanco ayudará a ahogar los sonidos repentinos, asegurando un sueño ininterrumpido. Las cortinas opacas ayudan a bloquear la luz del sol cuando sale temprano y uno de los niños despierta al otro antes de que nadie esté listo para comenzar el día.

Dale a tus hijos pequeños una regla de tres oportunidades cuando se trate de levantarse de la cama después de la hora de acostarse. Los niños pequeños y en edad preescolar son buenos con la regularidad y la estructura. Explica a tus hijos que tienen tres oportunidades para levantarse de la cama para tomar un vaso de agua, ir al baño o para decirte algo, pero después de las tres posibilidades ambos deben permanecer en la cama por el resto de la noche. Esto ayuda a reducir los casos en que un niño sale de la cama y el otro lo sigue, ya que cada niño aprende a conservar sus oportunidades.

Planifica el horario diario de tus hijos en torno a actividades estimulantes que los ayuden a gastar su energía a lo largo del día. Si tus niños son inquietos y tienen problemas para conciliar el sueño, sencillamente puede ser que no están cansados ​​debido a un estilo de vida sedentario. Asegúrate de que incluso los niños más pequeños tengan abundante actividad física; planifica que la tengan al menos 60 minutos al día, para que estén cansados ​​cuando llegue la hora de dormir.

Haz de la hora de acostarse un momento relajante para todo mundo en casa. Incluso si escalonas la hora de dormir, el hecho de tomar 30 minutos antes de que el primero de los niños se vaya a la cama para darles a ambos un baño, leer historias y cantar canciones, los ayuda a prepararse para dormir. Entre más dispuestos estén tus hijos para dormir, menos posibilidades habrá de que se interrumpan mutuamente llegada la hora de acostarse.

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