Efectos de una mudanza sobre un niño de dos años

Mudarse puede ser estresante para los niños pequeños.

David Sacks/Lifesize/Getty Images

Aunque los niños pequeños no tienen que padecer el estrés financiero y logístico asociado con una mudanza, ésta aún puede ser difícil para ellos. Los niños de dos años son criaturas de hábitos que a menudo tienen dificultades con los cambios mundanos de su rutina, asegura el libro "Child Psychology". Si los padres están atentos a las necesidades y temores del niño, mucho del estrés de la mudanza se puede mitigar.

Cambios ambientales

La mayoría de las personas está al tanto de que los niños pequeños establecen lazos con sus niñeras, y también forman lazos fuertes con los lugares, afirma el libro "Child Psychology". Los niños pequeños se sienten seguros en ambientes familiares, y a menudo se resisten a incluso cambios mínimos en sus rutinas diarias. Cuando el niño se muda, debe acostumbrarse a un nuevo cuarto, nuevos vecinos, nuevos amigos y nuevas vistas. Los niños de esta edad también tienen dificultades para comprender la relación de causa y efecto, asegura la neuróloga Lise Eliot. Ellos pueden creer que algo que hicieron provocó la mudanza, lo cual les produce ansiedad y otros cambios en el comportamiento.

Cambios de niñera

Como mudarse es estresante, muchos padres se comportan distinto antes y después de la mudanza. Eliot reporta que hay una fuerte correlación entre el estrés de los padres y el de los niños. En algunos casos, los niños cambian de niñera luego de una mudanza, o bien asisten a una nueva guardería, o pasan menos tiempo con los miembros de la familia extendida. Esto afecta mucho al sentido de seguridad de un niño de dos años.

Cambios comunes en el comportamiento

Los niños con frecuencia regresan a una etapa anterior de su desarrollo durante un momento de estrés, asegura Eliot. Los niños que ya van al baño solos pueden comenzar a tener accidentes nuevamente. Algunos niños pueden tener miedo de dormir solos, comenzar a hablar como bebés o volverse miedosos. En la mayoría de los casos, los niños volverán a su normalidad luego de haber tenido oportunidad de adaptarse a su entorno. Sin embargo, algunas mudanzas, en particular las provocadas por una muerte, un divorcio o problemas familiares, pueden ser especialmente traumáticas y los niños pueden mostrar cambios en su comportamiento por períodos largos de tiempo.

Cómo ayudar

Los niños con buenas habilidades verbales tienen ventaja porque sus padres pueden hablarles y explicarles que van a mudarse. Habla con tu hijo antes de la mudanza, incluso si no estás seguro de que te entienda. Ésto le da tiempo para ajustarse al cambio y evita el impacto y el miedo que con frecuencia causan los cambios repentinos. Aunque mudarse con frecuencia significa un caos y estrés para los padres, es importante mantener en lo posible la rutina normal del bebé. Si te has mudado lejos de tus amigos y tu familia, fomenta que tu hijo hable con ellos por teléfono. Los muñecos y juguetes de peluche se pueden volver especialmente importantes para los niños durante una mudanza, de modo que asegúrate que cualquier objeto amado de tu hijo vaya con él cuando te mudes.

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