¿Cuáles son las causas de los clavos de los pies?

Un mal calzado puede ser la causa de callosidades en los pies.

Jupiterimages/BananaStock/Getty Images

La formación de callos y callosidades es la forma en que tu piel trata de resguardarse de una deformación, peso y resistencia. Los callos comúnmente se forman por el uso de calzado muy ajustado. Un clavo de pie, como su nombre lo implica, es un bulto pequeño seco, con una punta en forma de semilla que se puede formar en cualquier parte del pie, pero típicamente aparecen en la bola o talón de éste. Los clavos en los pies pueden ser prevenidos quitando la fuente de presión. Estos no son serios y solamente requieren de tratamiento si son irritantes.

Zapatos

Aunque la causa exacta de los clavos es desconocida, estos generalmente se forman cuando la piel está seca. Cuando el calzado no ajusta correctamente o cuando se usan zapatos tacos altos, estos aplican presión en ciertas zonas de tu pie. Los zapatos que calzan demasiado flojos podrían causar que tus pies continuamente se opriman en éste. En algunos casos, la linea de costura del zapato podría rozar tu pie.

Calcetines

Tus pies pueden estar expuestos a la fricción innecesaria si no usas calcetines con zapatos y sandalias. El uso de calcetines o medias que son demasiado apretados o que no se ajustan a tus pies también pueden conducir a problemas tales como callos.

Tensión en el movimiento

Los clavos se pueden formar por la presión y peso causado por movimientos repetitivos, tales como caminar en superficies inclinadas, estar de pie, caminar en superficies duras, como concreto por largos periodos. A veces los clavos son debido a una desequilibrada forma de caminar, que se conoce como modo de andar o anormalidades biomecánicas.

Deformidades en el pie

La clínica Mayo dice que la deformidades de los pies, tales como juanetes (una protuberancia ósea anormal que se forma en la base de la articulación del dedo gordo del pie), un dedo en martillo (El dedo es doblado en el medio de la articulación, por eso parece un martillo) y espolones óseos (proyecciones óseas que se desarrollan a lo largo de los bordes de los huesos), pueden crear fricción continua en el zapato.

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