Conciencia corporal para niños

La conciencia corporal es buena para los niños tanto mental como emocionalmente.

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La conciencia corporal les brinda a los niños una percepción de las dimensiones de su cuerpo, es decir, la formas que su cuerpo puede adquirir y el espacio en el que pueden caber, qué movimientos pueden lograr y qué son en realidad las partes del cuerpo. La conciencia corporal se basa en los sentidos de posición táctiles y vestibulares. Existen varios ejercicios que los niños pueden practicar para mejorar su conciencia corporal.

Actividades de equilibrio

Antes de comenzar con movimientos dinámicos de equilibrio, haz que tu hijo intente mantener el equilibrio en un pie por hasta 20 segundos. Una vez que domine el equilibrio estático, pasa a los ejercicios de equilibrio dinámico. Pega un trozo largo de cinta en el piso y haz que tu hijo camine sobre él. O bien puedes colocar una escalera de peldaños sobre el suelo y hacer que tu hijo camine a lo largo de ella, o sobre los peldaños. También puede caminar sobre los escalones de una escalera. Si tienes acceso a una, una viga de equilibrio puede constituir un ejercicio avanzado de equilibrio dinámico. Asegúrate de que cuentas con suficiente superficie acolchada bajo la viga en caso de que el niño se caiga. Estos ejercicios le enseñan a tu hijo a enfocarse en su cuerpo mientras se mueve a través de un espacio y requieren de su atención para poder completar la prueba con éxito.

Actividades táctiles

Asegúrate que tu hijo conozca todas las partes de su cuerpo. Una forma divertida de enseñarle es darle a tu hijo pegatinas de colores y pedirle que coloque una sobre cierta parte del cuerpo. Una vez que lo hace con éxito, pasa a la siguiente parte del cuerpo. Es más sencillo si ambos se paran en frente a un espejo para que el niño pueda ver su reflejo. Otra actividad con el sentido del tacto es pedirle al niño que se toque los dedos de los pies con los dedos de las manos. A continuación, pídele que se toque el codo con la nariz. El niño se dará cuenta que es una orden tonta que no puede cumplirse. Estas actividades promueven la conciencia corporal y enseñan las partes del cuerpo y su ubicación. También enseñan cómo se mueven ciertas partes del cuerpo.

Actividades espaciales

Establece una pista de obstáculos. Usa una silla, cajas de distintos tamaños, mesas y bloques. Créala de forma tal que tu hijo tenga que moverse adentro y afuera, alrededor y por encima y debajo de los objetos. Esto le enseña a juzgar el tamaño de los espacios y cómo su cuerpo se adaptará a objetos y espacios, además de mejorar su conciencia corporal.

Señales de problemas

Todos los niños desarrollan una conciencia corporal a distintas velocidades, y mejoran a medida que crecen. Comparado con otros niños de su edad, puedes notar que tu hijo parece evitar moverse de ciertas maneras, como saltar, colgar, rebotar, chocar, tirar o empujar. De manera contraria, puede que domine estos movimientos y los realice de forma excesiva. Puede que tu hijo mastique la ropa u objetos. Tal vez parezca moverse muy rígido o de manera extraña. Es posible que el niño se tropiece o se caiga con frecuencia. Quizás constantemente se mira los pies cuando camina o corre. Si notas cualquiera de estas señales, en comparación con otros niños de su edad, habla con su pediatra o con tu médico familiar.

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