¿Cómo se comportan los niños autistas?

Muchos niños autistas prefieren la soledad.

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El autismo es un desorden que afecta la habilidad del niño para formar lazos sociales y comunicarse. Los niños autistas a menudo tienen dificultad para conectarse al mundo que los rodea. También pueden obsesionarse con ciertos objetos o comportamientos, limitando severamente sus intereses e interacción con sus compañeros y familiares. Los niños autistas muestran signos de comportamiento relativos a este desorden muy temprano, incluso antes de cumplir el año de edad.

Signos tempranos

Los signos conductuales en los niños autistas aparecen extremadamente temprano, incluso antes de hacer un diagnóstico. En niños menores a 2 años, el tipo más común de comportamiento autista es el retraimiento. Por ejemplo, un niño autista no responderá a su nombre, no hará contacto visual y no hablará o interactuará con otros. Muchos niños autistas jóvenes se comportan como si vivieran en su propia burbuja y no tienen noción de lo que sucede a su alrededor. De acuerdo con el Child Developement Institute, los niños autistas a menudo rehúsan el contacto físico, pues ser tocados les resulta muy incómodo.

Comportamientos repetitivos

Los niños autistas tienen comportamientos repetitivos que podrían no servir a un propósito obvio. Por ejemplo, un niño autista podría tocar una superficie en particular -como la manija de una puerta- muchas veces antes de abrirla. Algunos comportamientos repetitivos parecidos a los tics -chasquear los dedos, mecerse sin parar por largos períodos de tiempo o tamborilear en la mesa o hacer ciertos ruidos una y otra vez son comunes en los niños autistas-. Otros comportamientos repetitivos son externos como tocar ciertos objetos continuamente o mirar la misma caricatura una y otra vez.

Comportamiento obsesivo

Los niños con autismo a menudo se obsesionan con un objeto -o un tipo de objeto- y podrían hacer grandes colecciones de ese artículo. En la mayoría de los casos, no es un objeto obvio, como un niño que colecciona dinosaurios de plásticos o libros de dibujos. En lugar de esto, los niños autistas pueden obsesionarse con juntar cosas al azar, como tapas de plástico o piedras. En muchos casos, estos objetos serán ordenados en ciertos patrones. Si alteras el patrón, el niño podría perturbarse mucho. Otro comportamiento común es una obsesión con ciertas rutinas, como comer exactamente a la misma hora o jugar el mismo juego todos los días a la misma hora.

Berrinches

Los niños autistas no manejan bien el cambio. Como resultado, un comportamiento común es hacer un berrinche o volverse destructivos cuando los eventos no resultan de la manera que ellos esperan. Aunque todos los niños son susceptibles a los berrinches, los berrinches en niños autistas pueden ser desafiantes porque duran largos períodos de tiempo o son extremadamente intensos, mostrando signos de pánico o rabia. Los niños autistas también pueden hacer berrinche sin causa aparente. Por ejemplo, un sutil cambio en la rutina que parezca inocente para ti podría ser posible para hacer que tu niño estalle.

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