Cómo cambiar el comportamiento odioso en niños

Puedes trabajar con tu hijo para cambiar el comportamiento negativo y aborrecible.

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Criar a un niño que se porta mal a menudo puede ser abrumador. Cuando un niño se comporta con odio, se crea una tensión en toda la familia y hace que sea difícil disfrutar de tiempo juntos. Trata de no ser demasiado duro contigo mismo, ya que este comportamiento ocurre en más familias de lo que piensas. Afortunadamente, hay algunas formas de frenar el mal comportamiento y crear un entorno más armonioso para tu familia.

Habla con tu hijo acerca de su comportamiento. Pregúntale qué le está molestando y haciendo enojar tanto. Hasta tanto no llegues a la fuente del problema, será difícil ayudarlo. Existen factores desencadenantes que pueden causar estas explosiones. Estos pueden incluir ansiedad, vergüenza, aislamiento y ser herido. Anima a tu hijo a hablar contigo cuando algo empiece a hacerlo enojar.

Explica a tu hijo que estar enojado es completamente normal y todo el mundo se siente así a veces. Está bien sentirse así. Dile que lo que no está bien es actuar con ira. Estos sentimientos deben ser canalizados hacia algo productivo. Los niños a menudo responden a situaciones de comportamiento odioso porque se sienten impotentes y no saben qué hacer con sus emociones.

Ayuda a tu hijo a encontrar una manera de lidiar con tus sentimientos, una vez que averigües lo que lo irrita. Es importante que le digas y le muestres lo que debe hacer en estas situaciones, no lo que no se debe hacer. Por ejemplo, si está enojado con su hermana pequeña por burlarse de él o darle apodos, no le digas: "No grites a tu hermana o la golpees cuando estás enojado con ella". En su lugar dile "Cuando te enojas con tu hermana por hacerte cosas malas, te pido que vengas y me lo digas".

Considera la posibilidad de probar los tiempos de espera, no como castigo, sino como una manera de ayudar a tu hijo a que se tranquilice cuando empiece a comportarse odiosamente contigo u otra persona. Colócalo en un sitio tranquilo donde pueda calmarse y tomar el control. Dile con calma por qué lo estás poniendo en un tiempo de espera y lo que debería haber hecho de otra manera. El tiempo de espera debe durar entre tres y 10 minutos. Las recomendaciones comunes establecen que un niño debe estar en el tiempo de espera durante un minuto por cada año de edad. Después de que ese tiempo se ha terminado, dile que ha hecho un buen trabajo al calmarse y deja que vuelva a jugar.

Felicita a tu hijo por su buen comportamiento o cuando maneja bien las situaciones de estrés. Dile: "estoy muy orgulloso de ti por la forma en que juegas con tu hermana y ni siquiera te molestaste con ella cuando te golpeó accidentalmente con sus bloques".

Modela la conducta adecuada expresando tu enojo correctamente. Mantén la calma y mantente lúcido para que puedas manejar todas las situaciones de la manera correcta. Si tu hijo te ve actuar en forma odiosa, le estarás mostrando que está bien actuar de esta manera.

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