Cómo dejar de hablar por la nariz

Escrito por Hans Fredrick ; August 24, 2017
Jupiterimages/Goodshoot/Getty Images

Muchas personas tienen voces naturalmente nasales. Esto puede ser debido a la genética, constitución física o a un hábito que resulta en una voz que se proyecta hacia arriba a través de los senos paranasales. Una voz nasal es muy aguda, delgada y tiene un sonido chirriante. Haciendo ciertos ejercicios una persona puede aprender cómo hacer que su flujo de voz vaya a través de canales más naturales de sonido en el cuerpo.

Párate en una posición erguida y relajada y coloca tus pulgares sobre su ombligo. Respira profundamente mientras estás en posición vertical. Imagina que tu aliento baja por el cuerpo hasta tus pulgares y debajo de ellos. Usa tus pulgares como un indicador táctil para que te des cuenta de que tu respiración está bajando.

Exhala por la boca. Mientras lo haces, relaja la mandíbula lo más que puedas. Mantén los músculos de la garganta relajados. Caliéntate las manos frotándolas entre si y deslízalas suavemente por la garganta para mantenerla suelta y relajada mientras exhalas. Practica respirar profundamente de esta manera todos los días, y recuerda respirar profundamente mientras hablas.

Deja tu mandíbula abajo mientras hablas e imagina que las palabras fluyen a través de la parte inferior de la boca. Cuanto más relajada esté tu mandíbula, más difícil es enviar el sonido a través de tu nariz. Con cada sílaba, imagina que tu mandíbula está abajo y que el sonido permanece abajo en la boca.

Une tus manos frente a ti. Abre la boca, relaja tu mandíbula y agita suavemente las manos hacia atrás y hacia adelante a medida que exhalas un tono o sonido neutral. El temblor relajará la mandíbula y dejará que el sonido fluya naturalmente.

Práctica la pronunciación usando trabalenguas y otros calentamientos vocales como repetir "Peggy Babcock" o "Barcos de juguete" una y otra vez. Pronuncia las palabras en exceso para exagerar la forma correcta de formar las sílabas sin que se produzca un sonido nasal. Si los ejercicios suenan nasales, repite los ejercicios de respiración y de la mandíbula y practica la pronunciación nuevamente.

Haz los ejercicios de forma regular durante un largo periodo de tiempo para contrarrestar la nasalidad al hablar cotidianamente. Si comienzas a evitar los sonidos nasales deliberadamente, con el tiempo se convertirá en algo natural.

Si tienes problemas a largo plazo con la voz nasal, que el ejercicio no corrige, habla con tu médico. Algunas personas tienen problemas físicos en sus aparatos de voz que crean un sonido nasal que solo se puede corregir con una cirugía.

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