Amamantar cuando estás deshidratada

Mantén una botella de agua a tu lado durante las largas sesiones de lactancia.

Jupiterimages/Brand X Pictures/Getty Images

Como una madre que amamanta, cuidar bien de tu salud te ayuda a garantizar la salud de tu bebé. La deshidratación debido a la enfermedad, el clima o tu estilo de vida puede provocar problemas en la relación de lactancia con tu bebé. Afortunadamente, la deshidratación se puede prevenir con una cuidadosa atención a tu ingesta de líquidos.

Síntomas

Tu producción de leche podría disminuir mientras estás deshidratada y si tu bebé no toma suficientes líquidos, podría deshidratarse también. Podrás notar que tus senos no se sienten tan llenos como siempre. También puedes desarrollar calambres en tus músculos mientras sostienes a tu bebé a medida que lo amamantas. Tu deshidratación puede empeorar después de una sesión de lactancia, ya que tu bebé agotará tus fluidos al succionar tu leche.

Causas

Comer alimentos contaminados con bacterias o virus puede causar intoxicación alimentaria, dando como resultado deshidratación debido a los vómitos y la diarrea. Las madres lactantes necesitan no sólo la cantidad recomendada de agua para los adultos, además necesitan líquidos adicionales para compensar lo que sus cuerpos utilizan para producir leche. Olvidarte de tomar suficientes líquidos también puede conducir a la deshidratación, sobre todo en los días calurosos. El ayuno por motivos religiosos puede causar una deshidratación leve, aunque muchas religiones permiten una modificación en las prácticas de ayuno para las mujeres en período de lactancia.

Consideraciones

El contenido nutricional de la leche podría cambiar mientras estás deshidratada, explica el sitio web Kellymom. Esto podría provocar efectos adversos sobre tu salud y la de tu bebé si dura más de uno o dos días. Puede que tu bebé quiera alimentarse con más frecuencia uno o dos días después de que tu deshidratación se resuelva, para ponerse al día con la nutrición necesaria.

Tratamientos

La mayoría de las veces, puedes tratar la deshidratación en el hogar mediante el aumento de la ingesta de líquidos. Tomar pequeños sorbos frecuentes trata mejor la deshidratación, ya que consumir rápidamente una gran cantidad de agua podría causar vómitos, aconseja National Library of Medicine. Llena una botella de agua y bebe de ella cada vez que amamantes. Otra opción es beber una solución de electrolitos, o considera una bebida nutricional si te resulta difícil consumir suficientes calorías durante la lactancia. Si tu deshidratación es severa, el tratamiento de emergencia con líquidos intravenosos puede resolver los síntomas.

Prevención

Bebe más agua que de costumbre, si haces ejercicio o pasas tiempo en el clima cálido, además de los líquidos que ingieres debido a la lactancia. Si contraes una enfermedad que causa vómitos o diarrea, repone los líquidos tan pronto como sea posible para evitar la deshidratación. Si tienes niños mayores, pídele a uno que sea el encargado de rellenar tu botella, así te asegurarás de que bebes suficiente agua y al mismo tiempo harás que el hermano o hermana mayor se sienta importante y útil mientras tú descansas y amamantas al bebé.

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