Los niños no necesitan ser mayores para hacerse cargo de su camino espiritual. Claro que los padres juegan un papel importante alimentando el espíritu de sus hijos, como la escuela dominical en una iglesia local. Usando actividades prácticas que enseñen a los niños lo que significa servir a Dios, puedes ayudarles a construir convicciones que ellos pueden tener por el resto de sus vidas.

Estudio bíblico

La Biblia está llena de ejemplos de personas que sirvieron a Dios a una edad temprana, como Samuel, David ó Josías. Siéntate con tu hijo y estudia más sobre estas personas, incluyendo lo que hicieron para Dios y cómo sucedieron las cosas. Hagan una lluvia de ideas sobre cómo vivirían esas personas si estuvieran con nosotros en estos días y tuvieran la edad de tu hijo. Hagan una lista de algunas cosas que tu hijo pueda aplicar como: "Puedo enfrentar un problema gigante en mi vida como David hizo para servir a Dios".

Amigos sirviendo amigos

Habla con tus hijos al final de cada día sobre cómo sus amigos pueden necesitar ayuda o atención en algún área de su vida. Imaginen maneras en las que podrían ayudar o cuidar de esas necesidades como familia, por ejemplo ayudar a un compañero en una materia o asegurarte de que no estén solos en el recreo. Conecta esto con Efesios 6:7 ó con la enseñanza de Jesús sobre el buen samaritano para que tu hijo pueda entender lo que significa servir a Dios sirviendo a otros.

Caminata de basura

Los primeros dos capítulos de la Biblia comparten cómo Dios creó al mundo, declaran que es bueno y desafían a la humanidad para cuidar de ella. Los niños pueden servirlo ayudando a cuidar de la tierra, aún con algo tan simple como levantar la basura del piso. Encuentra un área de tu ciudad o de tu vecindario que necesite mantenimiento, como un parque público o un callejón. Dale a tu hijo un guante de plástico y una bolsa de basura, caminen juntos y recojan la basura que encuentren. Oren por la gente o por los negocios que vean en el área. Platiquen la experiencia cuando hayan terminado, e incluye la lectura de Génesis 1 y 2.

Lavamiento de pies

Lee Juan 13:1 al 17 con tu hijo, notando cómo Jesús enseña que el servir a Dios requiere el tipo de humildad que se muestra en el lavar los pies de otros. Pasen tiempo lavándose los pies unos a otros como familia, comprometiéndose a honrar a Dios honrando a los demás. Entrega una pequeña toalla de mano y un marcador a tu hijo, invítalo a escribir en ella algunas formas en las que Dios le ha servido a través de los demás. Después, motívalo a usar el otro lado para escribir algunas formas en que servirá a Dios sirviendo a los otros en casa.

Cuponera

Lee 1 Corintios 4 y habla sobre lo que significa ser conocidos como "siervos de Cristo" por las cosas que hacemos. Hagan una lluvia de ideas y hablen sobre gente en su vida a quienes podrían dar una cuponera casera con ofertas específicas que contenga maneras en que lo podrían servir. Por ejemplo:

• "Serviré a Dios ayudándote a cortar el pasto". - "Serviré a Dios ayudándote a recoger la casa". - "Serviré a Dios haciéndote el desayuno". - "Serviré a Dios diciéndote todas las cosas buenas que veo en ti". - "Serviré a Dios llevando a tu perro a pasear". - "Serviré a Dios ayudándote a limpiar el auto".

Venta de garage sin fin de lucro

Ayuda a tu hijo a ver que estamos rodeados de mucha gente que tiene necesidad de cosas que tomamos como normales, como comida, ropa o dinero. Revisa Lucas 12:33 en donde Jesús enseñó sobre el vender tus cosas para cuidar a otros, y organiza una venta de garage como familia o iglesia en donde todo el dinero que se gane será donado en vez de quedártelo. Pon una caja cerca de tu caja de efectivo con un letrero que diga "Donaciones de comida" y otra que diga "Donaciones de ropa". Invita a tus clientes a volver y a unirse para bendecir a otros. Decide a qué ministerio local ayudarás con tu esfuerzo, o busca personas en tu vecindario que serán bendecidas con lo que has hecho.